Amalia Guglielminetti
[1] El padre de Amalia murió en 1886 y la familia se trasladó junto al abuelo Lorenzo, un viejo parsimonioso industrial, rígido clerical y severo custodio del hogar doméstico[2] que la hizo estudiar en escuelas religiosas.Parte de estos poemas se publicarán en 1903 en el libro Voci di giovinezza.Son versos escolares y, a menudo, torpes, que no tuvieron ninguna repercusión en el panorama literario turinés.Su siguiente libro, Le vergini folli, tuvo sin embargo una buena acogida, gracias en buena parte a los elogios públicos del profesor Arturo Graf, quien había leído el libro manuscrito antes de su publicación.[5] El poeta Guido Gozzano envió su libro Via del rifugio a Amalia, y esta le correspondió mandándole sus Vergini folli.