[4][5] El estilo comúnmente hace uso del hormigón o ladrillo vistos, sin lucir ni pintar, recurre a formas geométricas angulares y a una paleta de colores predominantemente monocromática;[6][5] También se incluyen otros materiales, como acero, madera y vidrio.
[8] Derivado de la frase sueca nybrutalism, el término «Nuevo brutalismo» fue utilizado por primera vez por los arquitectos británicos Alison y Peter Smithson por su enfoque pionero del diseño.
[15] El término Nybrutalism ('Nuevo Brutalismo')[16] fue acuñado por el arquitecto sueco Hans Asplund para describir Villa Göth, una moderna casa de ladrillo en Uppsala, diseñada en enero de 1950[9] por sus contemporáneos Bengt Edman y Lennart Holm.
[10] Mostrando el enfoque de diseño 'tal como se encuentra' que más tarde estaría en el centro del brutalismo, la casa muestra vigas con perfil doble T visibles sobre las ventanas, ladrillos a la vista por dentro y por fuera, y hormigón vertido en varias habitaciones donde se puede ver el patrón machihembrado de las tablas utilizado para construir los encofrados.
[11][7] Dijo además: «Nuestra intención en este edificio es tener la estructura expuesta por completo, sin acabados interiores siempre que sea posible».
[19][20] En ese momento, se describió como «el edificio más verdaderamente moderno de Inglaterra».
[21] El término ganó un reconocimiento cada vez más amplio cuando el historiador de la arquitectura británico Reyner Banham lo usó para identificar tanto un estilo ético como estético, en su ensayo de 1955 The New Brutalism.
[26] El nuevo brutalismo no es solo un estilo arquitectónico; también es un enfoque filosófico del diseño arquitectónico, un esfuerzo por crear edificios simples, honestos y funcionales que se adapten a su propósito, habitantes y ubicación.
[31] El arquitecto John Voelcker explicó que el «nuevo brutalismo» en la arquitectura «no se puede entender a través del análisis estilístico, aunque algún día podría surgir un estilo comprensible»,[32] apoyando la descripción de los Smithson del movimiento como «una ética, no una estética».
[33] Reyner Banham sintió que la frase «el nuevo brutalismo» existía como una actitud hacia el diseño y como una etiqueta descriptiva de la arquitectura en sí misma y que «elude una descripción precisa, sin dejar de ser una fuerza viva».
Intentó codificar el movimiento en un lenguaje sistemático, insistiendo en que una edificación brutalista debe satisfacer los siguientes términos: «1, legibilidad formal del plan; 2, exposición clara de la estructura, y 3, valoración de los materiales por sus cualidades inherentes tal como se encuentran».
[11] Los edificios brutalistas generalmente se construyen con elementos modulares recurrentes que representan zonas funcionales específicas, claramente articuladas y agrupadas en un todo unificado.
[34] Los edificios pueden utilizar materiales como hormigón, ladrillo, vidrio, acero, madera, piedra tosca y gaviones, entre otros.
[11] El brutalismo como filosofía arquitectónica a menudo se asociaba con una ideología utópica socialista, que tendía a ser apoyada por sus diseñadores, especialmente por Alison y Peter Smithson, cerca del apogeo del estilo.
[35] En Checoslovaquia, el brutalismo se presentó como un intento de crear un estilo arquitectónico «nacional» pero también «socialista moderno».
Los arquitectos cuyo trabajo refleja ciertos aspectos del estilo brutalista incluyen a Louis Kahn.
[38] Las edificaciones gubernamentales e institucionales de John Andrews en Australia también muestran el estilo.
[41] A Evans Woolen III, pionero entre los arquitectos del Medio Oeste, se le atribuye la introducción de los estilos arquitectónicos brutalista y moderno en Indianápolis.
Marcel Breuer era conocido por su enfoque suave del estilo, a menudo usando curvas en lugar de esquinas.
[45] Está formado por dos torres conectadas por un puente de dos plantas y un restaurante giratorio en la parte superior.
[50] El edificio académico más grande de la universidad, Wesley W. Posvar Hall, es una edificación brutalista terminada en 1978.
En Italia, varios arquitectos se han inspirado en el brutalismo para obras importantes como la Torre Velasca en Milán del Grupo BBPR (1956-1958), que resalta fuertemente las nervaduras de la estructura, que se elevan y modulan la forma arquitectónica, acentuándose en perspectiva en los puntales del voladizo.
En Roma, en 1969, Francesco Berarducci (1924-1992) construyó la villa brutalista en via Colli della Farnesina 144 (donde Elio Petri filmó algunas escenas de Indagine su un cittadino al di sopra di ogni sospetto [Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha]).
Otro ejemplo romano es la embajada británica de sir Basil Urwin Spence, en via XX Settembre.
La necesidad del gobierno por reducir los gastos en viviendas los orillo a apegarse y expandir este estilo.
En Polonia destaca la Superjednostka y el edificio ‘Lodz´ Manhattan’, ambas construcciones están situadas en los principales centros urbanos del país.
El edificio que actualmente se encuentra abandonado, fungió como sede de juntas, discusiones y congresos del mismo partido.
[59] Los críticos del estilo lo consideran poco atractivo debido a su apariencia «fría», que proyecta una atmósfera de totalitarismo, así como la asociación de los edificios con la decadencia urbana debido a que los materiales se desgastan mal en ciertos climas y las superficies son propensas al vandalismo por grafiti.
(2015),This Brutal World (2016), SOS Brutalism: A Global Survey (2017), así como el lujoso Atlas of Brutalist Architecture (Phaidon, 2018).