El teatro lleva su nombre en honor a la insigne pianista venezolana Teresa Carreño.
La construcción del complejo cultural se inició en 1973 durante la presidencia de Rafael Caldera y oficialmente culminó en 1983, durante el gobierno de Luis Herrera Campíns.
En 1984 se cerró por ocho meses para la culminación y dotación técnica de algunos espacios.
Su comentario en su libro «Theater Design» fue: «Una combinación de elementos proclamada imposible por arquitectos, diseñadores de escenarios y asesores teatrales en Europa, Australia y otras partes finalmente se materializará no en Norte sino en Sur América.
El Teatro Teresa Carreño es una obra arquitectónica y cultural sin par en la historia de Venezuela.
La entrada al complejo cultural está precedida por la Plaza Vicente Emilio Sojo, en homenaje al célebre compositor y uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica Venezuela.
Las butacas están distribuidas en veintiséis zonas numeradas entre patio y balcón.
El escenario de la sala Ríos Reyna fue diseñado con dimensiones especiales para adecuarse a usos múltiples.
El escenario cuenta con una serie de mecanismos hidráulicos y 4 plataformas móviles intercambiables (entre ellas una giratoria) que le permiten adaptarse a usos específicos y requerimientos del género del espectáculo a presentarse.
Dos de ellos diseñados especialmente por el artista cinético venezolano Jesús Soto.