Luis Emilio Recabarren

Antes de cumplir los 12 años tuvo que dejar la escuela para ayudar a su padre con el negocio.

Junto a otro muchacho publicaron una hoja titulada El Opositor, utilizando una imprenta manual que había sido de su padre.

Allí comenzó a identificarse con el pueblo, nació su conciencia social y descubrió su vocación revolucionaria.

Ésta fue la primera organización política en la historia de Chile que encabezó protestas importantes, como las acciones contra el alza del tranvía en 1888.

A los 19 años contrae matrimonio con su prima, Guadalupe del Canto, con quien tiene un primer hijo en 1896, que llaman Luis Hermenegildo, y un segundo hijo, Armando, un año después, el cual morirá antes de cumplir los dos años de edad.

El órgano no logra mantenerse por falta de recursos y suspende su publicación a los pocos meses.

Cuando en 1901 debe marcharse a Valparaíso con su esposa e hijo, el periódico se reeditará en esa ciudad.

Hubo vigorosas protestas en el país y fue liberado tras dos meses sin comprobarse ningún cargo.

En ese evento se acerca a él una delegación de la Mancomunal de Tocopilla anunciando que han reunido dinero para comprar una imprenta y rematando: “Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico”.

Su comprensión sobre los problemas del país fue expuesta en varios otros documentos de este período, e incluían la fundamentación sobre la necesidad de una reforma agraria:«Nadie podrá alegar que la tierra es poca y que no alcanza para todos, porque a la vista está que hay tierra en abundancia y en abandono, tierra improductiva que la burguesía se ha adueñado para dejarnos a nosotros en la miseria…»[9]​En sus escritos expresa también su carácter internacionalista, solidarizando con la Revolución Rusa de 1905 y conmemorando la Comuna de París.

En la mayor parte de sus acciones ha empleado la violencia para repeler la barbarie burguesa [...] Hasta hoy los obreros no han podido seguir un camino más seguro.

Su esposa ya se opone abiertamente a las actividades políticas de Recabarren, lo cual culmina en la separación.

Allí conoció a los líderes socialistas de la época: Largo Caballero, Pablo Iglesias, Karl Liebknech, Rosa Luxemburgo, Jean Jaurés.

Durante su estadía en prisión entabla correspondencia con María Teresa Flores, quien será su compañera el resto de sus días.

En algo más de un mes visita Talca, Constitución, San Fernando, Curicó, Molina, Linares, Chillán, Bulnes, Concepción, Valdivia, Corral, Osorno y otros treinta pueblos.

Los temas son “La lucha de clases”, “La mejor organización del Partido Demócrata” y “Antialcoholismo”.

Recabarren y otros dirigentes deciden promover que los sindicatos formarán parte de esta organización para cambiar su carácter desde el interior.

Sus compañeros de Iquique acuerdan mantener su candidatura como independiente y rompe su filiación en el partido al cual había ingresado en 1894.

Escribe a mediados de 1914:             «Este gran crimen, contra la humanidad, ¿será posible que se deje sin castigo?

Se resolvió también la creación de una dirección nacional con sede en Valparaíso y un órgano central, “El Socialista”.

La crisis que trajo la Primera Guerra atiza las luchas obreras y en 1915 se desenvuelve un gran movimiento huelguístico, el surgimiento de nuevos sindicatos y organismos que comienzan a agruparse por ramas de la producción.

Recabarren y Teresa Flores iniciarán una gira hacia esa zona a mediados de 1916.

Esa consideración estaba claramente presente en Recabarren, lo cual es expresado en muchos artículos de prensa.

Por lo demás, seguir enviando hombres al parlamento significa corroborar al régimen de injusticia, afianzar y perpetuar el crimen erigido en sistema.»[30]​En efecto, junto con defender los intereses de las clases populares, sus intervenciones en la cámara están destinadas a defender las ideas revolucionarias.

Aun así, el historiador soviético Vasili I. Ermolaev ha documentado que Recabarren estuvo en la presidencia de algunas sesiones del II Congreso, junto con Clara Zetkin, Jorge Dimitrov, Edgard Wood, Francisco Pintos y otros dirigentes revolucionarios.

La dictadura obrera, es la fuerza que destruye el hambre, la opresión, la ignorancia y la mordaza perpetua.

Allí hubo un desfile interminable de personas que lo despidieron incluso todo el sábado y las primeras horas del domingo.

En las décadas siguientes diversos autores chilenos incorporan a Luis Emilio Recabarren dentro de sus novelas.

También el trovador de la misma nacionalidad, Francisco Villa Castro, le dedicó un tema llamado Luis Emilio incluido en su cuarto disco Porfía (2002).

En las artes visuales, aparece junto a Lautaro en el mural Muerte al invasor (1940), del mexicano David Alfaro Siqueiros, pintado en la Escuela México de Chillán.

Luis Emilio Recabarren en 1906
Luis Emilio Recabarren y su primera esposa, Guadalupe del Canto. Fotografía tomada antes de su viaje a Argentina.
El Despertar de los Trabajadores , periódico fundado por Recabarren.
Luis Emilio Recabarren y tres de sus hermanas. Aparecen en la fotografía: Mercedes, Luz Emilia, Luis Emilio y Berta Recabarren Serrano.
Funerales de Luis Emilio Recabarren en 1924.
Una fotografía de Recabarren.