La piel (del latín pellis) o cutis (del latín cutis) o sistema tegumentario,[1] es la cubierta externa de los animales vertebrados y uno de sus órganos más importantes.[4] Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, funciona también como sistema de comunicación con el entorno y es uno de los principales órganos sensoriales, contiene terminaciones nerviosas que actúan como receptores de tacto, presión, dolor y temperatura.Otras faneras, como cuernos, garras, etc., están al servicio de la depredación, o a la defensa.La epidermis tiene una estructura celular o sincitial que está engrosada en su capa interna con forma de cordón.La epidermis está formada por una sola capa de células epiteliales cúbicas o cilíndricas que descansan sobre la lámina basal, una capa muy delgada, amorfa y acelular de tejido conjuntivo.[4] La epidermis es un poco más compleja que la de los cefalocordados, pero no posee estrato córneo.Dentro de la dermis poseen pigmento y unos tabiques a intervalos regulares llamados miocommata.[11] La epidermis de los peces dispone de glándulas que secretan una sustancia llamada mucus que le proporciona protección, lubrica la superficie y disminuye la resistencia al roce con el agua.[4][11] La piel se compone de dos capas: epidermis revestida por una cutícula y dermis en la que se originan las escamas que en realidad son placas flexibles calcificadas e imbricadas.[13] En el ajolote adulto la epidermis es pseudoestratificada y carece de un estrato córneo.En el ser humano adulto la piel ocupa una extensión de 2 m² y pesa 4.1 kg.La epidermis crece constantemente pero mantiene siempre el mismo espesor debido a un proceso de descamación.Las estructuras de la dermis son las siguientes: En ocasiones se denomina también fascia superficial.[19] La elasticidad se cuantifica empleando procedimientos elastográficos basados en diversas técnicas de ultrasonografía.[25] La piel presenta pigmentación, o melanina, generada por los melanocitos, que absorbe parte de la radiación ultravioleta (UV) del sol, potencialmente peligrosa.Una forma predominantemente producida por la luz ultravioleta, el melanoma maligno, es particularmente agresiva, causando rápidamente metástasis y siendo mortal con frecuencia si no se trata.[27] Diversos medicamentos y compuestos químicos pueden producir cambioes en la pigmentación cutánea.Así mismo, la piel es el órgano más vulnerable, porque está expuesto a radiaciones, traumatismos, infecciones y productos químicos nocivos.