Crocus sativus

[1]​[2]​ También contiene un tinte de tipo carotenoide llamado crocin, que da a la comida un color amarillo dorado.

[4]​[5]​ La palabra "azafrán" es muy similar en distintas lenguas, habiendo sobrevivido sin casi alteración en árabe (za`frān زعفران), inglés (saffron), francés (safran), italiano (zafferano), catalán (safrà), y griego (zafora [ζαφορά]), así como en idiomas de fuera de Europa como el amhárico (safron [ሰፍሮን]), el kazajo (zağıparan [зағыпаран]), el hindi (zafran [ज़ाफ़रान]), el tailandés (yafaran [หญ้าฝรั่น]) y el japonés (safuran [さふらん, サフラン]).

Existen referencias del azafrán que datan del año 2300 a. C. A partir de esta fecha son variadas y diversas las referencias sobre su uso en ritos y ceremonias religiosas, en medicina, en la gastronomía, etc.Según las investigaciones de los egiptólogos, ya se empleaba mucho en el antiguo Egipto.

Más tarde el azafrán es mencionado en la Biblia, en la Ilíada y en el siglo V a. C. en el registro Kashonini.

En Egipto, hacia el 1000 a. C., el azafrán pudo ser usado en embalsamamientos o más tarde ocasionalmente para colorante de mortajas en donde las momias eran cubiertas, amarillo las hembras y rojo los varones.

[12]​ Esta, a su vez, es probablemente una palabra tomada de una lengua semítica, relacionada con el hebreo כרכום karkom, arameo ܟܟܘܪܟܟܡܡܐ kurkama y árabe كركم kurkum, lo que significa "azafrán" (Crocus sativus), "azafrán amarillo" o la cúrcuma (ver Curcuma).

Virgilio canta al azafrán del monte Tmolo de Lidia, Varrón, Dioscórides.

Columella y Plinio citan otras comarcas, especialmente de Asia Menor, que proporcionaba el mejor azafrán.

A mediados del siglo X se cultiva esta planta en la península ibérica, en donde probablemente fue introducida por los árabes.

Hoy el azafrán se cultiva en todo el Oriente (especialmente es países como Irán e India), en Marruecos, en los países de la Europa del Sur como Grecia, en Italia, en Suiza, en el Tirol, en la baja Austria, en Inglaterra y Pensilvania.

En Francia se vuelve a cultivar en el Loiret, siendo Pithiviers un gran centro del comercio de azafrán.

El azafrán catalán ya tenía por entonces gran prestigio internacional y era la especia más consumida en la cocina tradicional de la época.

Así se importa por empresas españolas e iraníes azafrán a la mitad de precio, que es tratado y envasado en España.

[10]​ Entre las recetas más características en las que interviene el azafrán como ingrediente básico figuran: almoronía, arroz en caldero, arroz para el Sabat, caballa a la ceutí, cazón en adobo, cordero al estilo sirio, cuscús con pescado, fabes con almejas, gallina en pepitoria, gazpacho manchego, harira (sopa para el Ramadán), metha pullao (arroz amarillo indio), osobuco con risotto al azafrán, pakhlava (tortas dulces indias), Pan de Navidad sueco, Potaje de Cuaresma, sopa bullabesa, zerde (arroz dulce a la turca).

Ya desde Asiria y Babilonia se utilizaba el azafrán con usos que iban más allá de los alimenticios y colorantes, ya que era utilizado para tratar distintas dolencias digestivas o urinarias.

Pero no solo son importantes los prometedores hallazgos encontrados sobre los efectos del azafrán sobre la depresión, la ansiedad y el estrés, ya que estudios realizados en 2018,[24]​ 2020[25]​ y 2021[26]​ demuestran los beneficios de éste para dormir.

Utilizando un extracto de azafrán estandarizado al 3,5% en crocinas y safranal estos estudios han mostrado importantes mejoras en la calidad del sueño como demuestran los resultados obtenidos en los distintos cuestionarios utilizados en los participantes (ISI, RSQ, PSD, DASS-21, etc.).

Por todo esto, son cada vez más las investigaciones y estudios enfocados a las distintas propiedades terapéuticas que el azafrán puede ofrecer.

Ilustración
Ilustración
Recogida de azafrán en Irán
Detalle de la flor
Azafrán: pistilos secos de Crocus sativus .