Posee un sabor amargo, una fragancia similar al heno, así como unas notas ligeramente metálicas.
El azafrán se ha utilizado tanto como condimento, fragancia, tinte, y fármaco contra algunas enfermedades.
Se sabe que el azafrán es nativo del sudoeste de Asia,[2][3] pero fue cultivado inicialmente en Grecia.
[7] En la cultura griega, la recolección del azafrán se empezó a retratar en los frescos palaciegos de la Creta minoica, en estas ilustraciones se puede ver como dos jóvenes junto con monos recolectan las flores cuidadosamente.
Los largos viajes mencionados se hacían con la esperanza de procurar cantidades a un precio inferior.
[12] La leyenda más conocida en la cultura griega antigua que tenía al azafrán como elemento principal, es la tragedia de Crocus y Smilax narrada por Ovidio:[13] el joven y bello Crocus se pone en marcha para perseguir a la ninfa Smilax en los bosques cercanos de Atenas.
[7] Por lo tanto, las figuras de la época, tales como Heródoto y Plinio el Viejo, mencionan como rival del azafrán griego a las cantidades que provienen de los mercados Asiria y Babilonia procedente de la Creciente Fértil, siendo ésta la mejor para los tratamientos contra las molestias gastrointestinales y renales.
"[18] El aparato urinario fue también objeto de aplicabilidad medicinal durante esta época cuando se mezclaba en una emulsión con aceite que empleaba azafrán inmaduro mezclado con sus propias flores y las semillas tostadas; se hacía uso tópico sobre los hombres.
[14][20] Posteriormente se sabe que los sumerios emplearon el azafrán como un ingrediente en sus pócimas mágicas y remedios.
[14] El azafrán fue empleado como parte del ritual de ofrenda a los dioses.
En realidad los hilos de azafrán se empleaban frecuentemente en la condimentación de diversos platos, aromatizar tés y era muy apreciado por los extranjeros que acudían a Persia por creer que tenía efectos narcóticos y afrodisiacos.
Esta creencia generó miedo a los viajeros que una vez allí se les servían platos con azafrán.
[23] Posteriormente, el azafrán persa fue empleado con cierto hábito por Alejandro Magno y sus tropas durante las campañas sobre Asia.
Los soldados griegos tomaron estos consejos como una creencia acerca de sus propiedades curativas y continuaron con su práctica cuando retornaron tras las campañas a Macedonia.
Los extranjeros, habiendo caído enfermos, suplicaron una curación para la enfermedad a un cacique tribal local.
[26] En la antigua China budista, la vinaya (orden monástica) Mula-Sarvastivadin[27] tiene otras evidencias de la llegada del azafrán a la India.
El azafrán se menciona en algunos textos médicos chinos, incluyendo la vasta farmacopea Bencao Gangmu (Gran herbal) (pp.
[29] Incluso en el siglo III los chinos se refieren al azafrán como un producto de procedencia cachemir.
[30] El esfuerzo que se realiza sobre esta zona es debido en parte a las condiciones climáticas de sol y temperatura, que le convierten en ideal para el crecimiento de la flor.
El cultivo en Europa se vio interrumpido y empezó a decaer con la caída del Imperio romano.
[31] Cuando la peste negra azota a Europa entre el año 1347 y 1350, curiosamente la demanda del azafrán así como su cultivo se incrementó de forma súbita, debido en parte a que fue un remedio medicinal muy codiciado por las víctimas de la plaga, así que muchos de los cultivadores se esforzaron con gran rendimiento en mejorar su plantación.
[33] El barco que transportaba la mercancía retornó a finalmente a sus dueños, no obstante este suceso no evitó la piratería realizada sobre las rutas que transportaban la mercancía de azafrán durante gran parte del siglo XIII.
Durante estos años el azafrán fue cultivado con éxito a lo largo del territorio de Inglaterra.
Algunas ciudades como: Norfolk, Suffolk y en el sur de Cambridgeshire donde se cultivaba una variedad con grandes estigmas.
El cultivo del azafrán se vio afectado por esta nueva corriente.