El objetivo ahora es coger a las fuerzas españolas en una tenaza: Federico-Enrique atacaría Dam y Brujas, mientras que Meilleraye operaría sobre el río Mosa.
Allí se le unieron Châtillon y Chaulnes, que habían llegado por la orilla norte del río Scarpe.
Instalado en Avesnes-le-Comte, entre Arras, Hesdin y Doullens, intercepta los avituallamientos de los sitiadores.
El Cardenal Richelieu, reunido con el rey en Amiens, organiza un convoy para ayudar a las tropas francesas.
La villa pasará a poder francés, conservará sus privilegios y su pertenencia al parlamento de Artois.
La toma de esta ciudad, que llevaba en manos españolas desde hacía mucho tiempo, aumentó la confianza francesa.