El Imperio se mantendría en relativa paz hasta que los daneses invadieran la Baja Sajonia en 1625.
Una vez que aplastaron la Revuelta bohemia, las fuerzas imperiales avanzaron hacia el Palatinado Renano, iniciando la Campaña del Palatinado, con el objetivo de castigar al duque Federico V del Palatinado, príncipe protestante que se había rebelado contra el emperador Fernando II de Habsburgo.
[1] Cristián abandona las Provincias Unidas con un ejército subsidiado por los neerlandeses, pero es derrotado por Tilly en la Batalla de Höchst.
No obstante, logra escapar y pronto obtiene otro crédito neerlandés para comprar armas.
El duque Cristián recluta en junio 21 000 hombres en Wolfenbüttel y Halberstadt, este último un obispado secularizado del que era administrador.
Los hombres del duque eran quince mil, pero la mayoría no tenía experiencia de combate y muchos ni siquiera estaban armados.
A las 3.30 de la tarde, el ejército imperial empezó a avanzar, y cuando los mosqueteros veteranos de Tilly entraron en combate con su contraparte enemiga, su caballería logró desbordar el flanco derecho del duque.
Los soldados croatas y cosacos de los Habsburgo no tuvieron compasión con los enemigos que intentaban rendirse, causando gran mortandad.
[6] El resto de los prisioneros fue llevado a Münster, región que recientemente habían saqueado, y fueron mantenidos en una situación de penuria tan grande, que los mismos habitantes se organizaron para darles ayuda humanitaria; finalmente fueron liberados luego de prometer que no se alzarían contra el emperador.