Aristide Cavaillé-Coll

Por ejemplo, fue pionero en 1841 en la utilización del llamado "Leva Barker", un mecanismo que aprovecha la presión del aire que alimenta los tubos, para favorecer el accionamiento de las teclas.

Como la revolución francesa había relegado prácticamente a la Iglesia a un segundo plano, durante en los primeros cuarenta años del siglo XIX no hubo organistas que diesen continuidad y evolución a la música del órgano.

Transcurrido el tiempo, con la llegada de nuevos organistas - lo que repercutió en la natural sinergia entre constructor y ejecutante - Cavaillé Coll pudo ir perfeccionando sus instrumentos.

Ouen, en Ruan, o el de Saint Sulpice en París.

Desde pequeño presentó diseños de gran calidad, y su figura marcó un antes y un después: sus órganos son considerados "órganos sinfónicos", puesto que pueden reproducir sonidos propios de otros instrumentos.

Tumba de Cavaillé-Coll.
Ejemplo de un Cavaillé-Coll en París.
Órgano Cavaillé-Coll de la Basílica Santa Teresa de Caracas, Venezuela.
Inscripciones que Aristide Cavaillé-Coll le coloco a todos sus órganos.