Por tratarse del templo que prestaba servicio al convento de San Francisco se le ha llamado popularmente "iglesia de San Francisco", dando nombre incluso a la esquina donde está ubicado.
En 1574 fray Alonso Vidal acompañado de ocho frailes llegan a Caracas para fundar un convento franciscano.
Hacia 1578 ya había construido una primitiva capilla de bahareque y parte del claustro.
En 1641, sufre daños severos tras un movimiento sísmico y se toma la decisión de reconstruir el templo.
La devoción a la Virgen de la Luz surge en 1722 en Palermo gracias al misionero jesuita Juan Antonio Genovesi.
En Caracas su principal promotor fue el obispo Diego Antonio Díez Madroñero, el cual la declaró como "Ciudad Mariana".
Esta iconografía generó polémicas desde su creación en Italia, pues ofrecía ideas erróneas sobre las capacidades intercesoras de la Virgen.
En 1742 la Sagrada Congregación de Ritos censuró la imagen ordenando suprimir la figura demoníaca, sustituyéndola por nubes negras o por las llamas del purgatorio.
Es un óleo sobre tela firmado por un artista que se identificó a sí mismo como Hispánicus.
Carlos Duarte y Graziano Gasparini, titularon la obra como "San Francisco comiendo en compañía del alcalde Gobernador Don Ruy Fernández de Fuenmayor", pero posteriormente Carlos Duarte descartó que se tratara de un retrato del donante, cambiando el título a "San Francisco comiendo en compañía del Cardenal Hugolino".
La imagen está dispuesta sobre una cuna ricamente labrada y dorada con pan de oro, así como en el interior del nicho.
El canónigo catedralicio Juan Félix Aristeguieta y Bolívar (1732-1785) encargó al carpintero Domingo Gutiérrez en 1773 la elaboración del confesionario, Gutiérrez a su vez habría subcontratado al pintor caraqueño Juan Pedro López para realizar las labores de dorado y policromía.