Jacinta de Mariscotti

Hortensia (1586-1626), joven virtuosa, el año 1605 casó con Paolo Capizucchi, marqués de Podio Catino.Galeazzo (1599-1626) fue abreviador de las letras apostólicas, y murió en la Curia Romana.Durante los diez primeros años (1605-1615), Jacinta llevó en el convento una vida mundana, detestando de las pequeñas habitaciones de las religiosas, por lo que se hizo construir para sí una celda magnífica con todo lujo.Al penetrar en una habitación tan suntuosamente enriquecida, el franciscano P. Antonio Bianchetti rehusó oírla en confesión.Frecuentemente iba al refectorio con una cuerda echada al cuello, y en estas condiciones besaba los pies a las religiosas, pidiéndoles perdón por los escándalos que les había dado con su mala vida pasada.Cuando la nombraron vicesuperiora del convento y maestra de novicias, tuvieron que imponérselo por obediencia, pues ella no quería aceptarlo, pretextando que, no sabiendo gobernarse a sí misma, mal podía gobernar a las demás.En el mismo instante los pasajeros vieron a una monja franciscana de hábito blanco, que amainaba las ondas y dirigía con fuerza sobrenatural la embarcación al puerto.Habiendo uno de ellos ido después al convento para agradecer tamaño beneficio, la superiora mandó llamar a Jacinta: “Fue ella quien nos salvó”.