La región norteña de Antioquia donde hoy se localiza este municipio es un valle que, en 1541, descubrió el capitán conquistador español Francisco Vallejo.
Ya por 1600 los exploradores y colonos que buscaban oro se percataron de la abundancia del metal en la región.
[cita requerida] En la actualidad, la diócesis se encuentra en Sede vacante debido al fallecimiento de su Obispo, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero.
[7] (Sotachiro como nombre se heredó a un antiguo paraje que en la actualidad está en la vereda El Vergel).
Cómo muchas veces el material debía ser llevado a otros lugares para su lavado, poco a poco el terreno fue cambiando a medida que avanzaba la minería, hasta el punto de que hoy en día se ven enormes cicatrices dentro del perímetro urbano de la ciudad.
Estos procesos fueron mejorados por el entonces oidor Mon y Velarde que estableció leyes para los procesos mineros, acompañado de Monsieur Laneret o Moneret que a finales del siglo XVII comenzó a montar molinos, una tecnología mucho más moderna para la época.
El primer cura fue Juan Bautista Dávila Caballero, pero con anterioridad habían vivido en el caserío Jacinto de Toro, que vino con Pedro Martín de Mora y Fray Pedro Simón; quien escribió una narración sobre las minas.
Sin embargo los nativos despedazaron a este y Bustamante escapó de manera prodigiosa, apareciéndose ante sus soldados cuando éstos celebraban sus exequias.
Sus actos de crueldad se extendían también hacia los animales, pues se dice que desollaban las reses para aplicarles en seguida sal y hacer morir el ganado en medio de los más atroces dolores y bramidos.
Esto propiciado por la llegada del inglés Tyrell Moore, quién colocó en las minas actualmente en ruinas de Luis Brand, unas tecnologías bastante avanzadas para la época, a su vez con esta bonanza tecnológica en el departamento se montó un laboratorio en las minas de la Trinidad.
En 1811, se cambia el nombre a Santa Rosa de Osos, y en 1814, se eleva a distrito por Juan del Corral; el municipio que se configuró como una zona minera, rápidamente tuvo un gran crecimiento demográfico y a su vez se comenzaron a sentir los efectos de esta subcultura, con el aumento de prácticas de brujería y vida licenciosa propiciados por los rendimientos económicos, hasta el punto que en la zona sur del alto de Santa Rosa cerca de la quebrada Campoalegre, se entretejieron historias de todo tipo, lo que hizo que el lugar se denominara "Patio Brujas", que luego sería recuperado por la diócesis al instaurar el Seminario y posteriormente la Basílica y algunas comunidades religiosas que se asentaron en el lugar.
Durante este periodo la capitalidad del Norte que quedó acéfala con la segregación de la zona del altiplano, fue cedida por Santa Rosa a Yarumal, por un tiempo breve, ya que una segunda reforma llevada a cabo por Rafael Reyes en 1908 subdividió aún más los departamentos existentes hasta ese momento.
El municipio tiene una buena proyección demográfica exponencial, lo cual ha impulsado un gran desarrollo urbanístico en la época reciente, donde se han construido barrios enteros y demolido antiguas viviendas para la construcción de edificios.
El perímetro urbano cada día es más extenso, y se planean desarrollar proyectos residenciales completos con todos los servicios; sin embargo, paralelo al gran desarrollo privado, se tienen inconvenientes con el desarrollo de las vías y el espacio público, pues la mayoría de sus calles, avenidas y parques se encuentran en mal estado debido al aumento del tráfico automotor y del poco mantenimiento que se les da, hecho que ocurre también en sus corregimientos, los cuales no tienen siquiera un parque principal bien delimitado.
A su vez, su estratégica posición geográfica hace que sea punto de acceso a todas las rutas de transporte público que se dirigen a otros destinos subregionales como Yarumal e Ituango y todos los municipios circundantes, siendo la ciudad que mayor interconexión subregional posee en términos de transporte.
Las cascadas y reservas naturales cuentan con infraestructura limitada en procura de su conservación, sin embargo existen numerosas trucheras asociadas a las fuentes hídricas.
En Santa Rosa diversas empresas cómo UNE-EDATEL prestan servicios de telefonía fija e internet a casi toda la población, la telefonía celular cuenta con una excelente cobertura en la ciudad y el área rural, donde las empresas que predominan en este servicio son Claro, Movistar y Tigo.
[12] La cabecera urbana cuenta por otro lado con una moderna red de gas domiciliario, prestado por EPM.
[13] El alcantarillado presenta deficiencias, pues algunos sectores no cuentan con redes, disponiendo sus vertimientos directamente a las fuentes hídricas, muchos lugares cuentan con pozos sépticos comunitarios; sin embargo las quebradas urbanas presentan una calidad lamentable; destacándose la quebrada Agüitas Claras, que pasa al noroccidente de la ciudad y que además tiene su nacimiento en la misma, entre los sectores de Banqueos, La 33 y Villa Cruz.
Los corregimientos y algunas veredas tienen cada uno su servicio de acueducto comunitario, que es administrado por las diversas asociaciones comunales, el saneamiento básico lo presta la alcaldía, en su mayoría pozos sépticos que cumplen con los estándares de calidad.
Varias veces bastos territorios del municipio durante este fenómeno han alcanzado temperaturas cercanas o inferiores al punto de congelamiento.
Sin embargo el principal cuerpo lacustre del municipio es sin duda Riogrande II; este embalse, formado por el río Grande, es uno de los más extensos de Antioquia abarcando incluso a otros 3 municipios; las veredas Santarrosanas que tienen ribera sobre Riogrande II son: Orobajo-Riogrande, Los Salados y Verbenal.
Entre los personajes destacados en el escenario histórico colombiano están Pedro Justo Berrío, Porfirio Barba Jacob, Marco Tobón Mejía, Francisco Rodríguez Moya, Aníbal Muñoz Duque, entre otros muchos.
Sus habitantes son orgullosos respecto de los legados que sus hijos han aportado a Antioquia y Colombia.
En el municipio nacen importantes fuentes de agua como los ríos Grande y Guadalupe.
En las zonas templadas las aves más comunes son el bichofué, toche, garrapatero, loro, pechirrojo, pava de monte, soledad, guacharaca, pájaro carpintero, azulejo, perico, perdiz y pericoligero.
Las aves rapaces más comunes con distribución en todo el municipio son gavilán, águila parda (que puede verse suspendida en el aire en las zonas rurales), búho, lechuza y halcón cernícalo; los 4 últimos incluso viven en las torres de las Iglesias; donde los halcones se observan ampliamente en el día, mientras que búhos y lechuzas en las noches.
Las aves de distribución amplia son mirla, tórtola cutuza, colibrí, torcaza, caravana, garza y paloma, hallándose en todo el territorio.
Los mamíferos han venido en una reducción alarmante por la fragmentación ecosistémica, sin embargo los más comunes siguen siendo las zarigüeyas, ardillas, perros de monte, conejos, zorros, tigrillos, guaguas, gurres, nutrias, comadrejas y erizos.
Estas son endémicas de la cordillera andina y se encuentran en amplias zonas del municipio, siendo utilizadas como plantas ornamentales desde tiempos inmemoriales en el territorio, convirtiéndose en el símbolo más identificable de Santa Rosa.