El séptimo sello

Bergman desarrolló la trama de la película basándose en una pieza teatral suya titulada Pintura sobre tabla.Al salir de la iglesia, mantiene una conversación con una muy joven y bella mujer condenada a la hoguera por brujería por haber copulado con el demonio.En la taberna del pueblo, los aldeanos hacen comentarios atemorizados ante los estragos de la peste; Raval obliga a José a bailar como un oso; cuando todos los presentes se mofan del asustado cómico, entra Jöns, que, tal como había prometido, reconoce a Raval, que se estaba burlando de José, y lo marca en la cara; José aprovecha para robarle la pulsera de plata.El grupo alcanza el castillo del caballero, donde les recibe su esposa, que lleva diez años esperando su regreso, y todos comparten una última cena antes de que la Muerte llegue a por ellos; cuando llega, se presenta cada uno ante "tan gran Señora".Ya marchan huyendo del amanecer, mientras la lluvia lava sus rostros, surcados por la sal de las lágrimas".[22]​ Las otras canciones interpretadas no son composiciones medievales, sino que fueron escritas por Erik Nordgren y Bergman.(Bergman en el prólogo del guion)[24]​ En Film and the Critical Eye, los autores DeNitto y Herman describieron a Antonius Block como ""No tenemos problema en identificar a Antonius Block como una figura arquetípica del intelectual en busca de Dios.[…] El caballero, por lo tanto, ha fracasado en su búsqueda solo en los términos de las condiciones que ha establecido; en realidad, aunque no lo reconozca, lo ha conseguido.Su cinismo le impide admitir la existencia de algo más allá del mundo físico […]”.Estos opuestos personificados son "la encarnación del hombre moderno que contempla la inseguridad de la condición humana".En definitiva, prosiguió Siclier, la actitud básica de la película es existencialista, que atribuye a la pareja Jof y Mia: “En este mundo no es importante hacer preguntas, sino vivir.Así, en la escena del confesionario el caballero afirma: "¿Es tan cruelmente inconcebible captar a Dios con los sentidos?Del mismo modo, más adelante, mientras come las fresas con la familia de actores, Antonius Block afirma: "La fe es un tormento, ¿lo sabías?Es como amar a alguien que está en la oscuridad pero nunca aparece, no importa cuán fuerte lo llames".[39]​ En Becoming Film Literate, Vincent LoBrutto enfatizó el valor simbólico del ajedrez: "Como la muerte, el ajedrez representa la finitud [...] es un juego de guerra [...] y un juego intelectual" que requiere, entre otras cosas, la capacidad de "predecir eventos".Egil Törnqvist profundizó en esta contradicción en Ingmar Bergman Directs : “Pero lo que vemos son cuatro hombres y dos mujeres.Esto lleva a la conclusión de que no existe tal cosa como conocimiento objetivo, solo 'visiones' subjetivas.Un brillo elegante casi siempre se cierne sobre Jof y Mia, como si los hechos estuvieran ocurriendo en otra realidad.[50]​ Theo Fürstenau en Die Zeit : "El estilo pictórico [...] mantiene la tensión entre la forma estricta y la exageración expresiva.[59]​ Peter John Dyer llegó a la misma conclusión en su reseña en Sight & Sound : 'De hecho, la película abarca todas las tradiciones del cine histórico escandinavo.[61]​ Nigel Floyd llamó a El séptimo sello "probablemente la película más parodiada de todos los tiempos".[63]​ El séptimo sello fue recibido positivamente de forma casi unánime a nivel nacional e internacional.[64]​ Las comparaciones iban desde el Fausto de F. W. Murnau (Kölner Stadt-Anzeiger) hasta Mauritz Stiller y (a quien Bergman admiraba[65]​) Victor Sjöström (Sight & Sound).[66]​ Stockholms-Tidningen escribió después del estreno sueco: "La película oscura y profunda [...] defiende la luz, la alegría.[67]​ Tras su estreno en Estados Unidos, Bosley Crowther escribió en The New York Times : “Una contemplación penetrante y poderosa del viaje que el hombre hace en esta tierra.[68]​ En 1962, Die Zeit describió a Bergman como un "director brillante" y continuó diciendo: "Lo que se puede experimentar directamente, este mundo muriendo en pestilencia, [no es] simplemente un símbolo o incluso una alegoría, sino una realidad cargada de horror [...] llevada a la pantalla de cine.Para Fürstenau, la cualidad de la película consiste en que "Bergman penetra en un mundo de referencias claras y trascendentes a partir de la situación del hombre moderno, incrédulo y reflexivo; siente este mundo, lo comprende y lo retrata [...][69]​ También el film-dienst también quedó impresionado por la "parábola diseñada con un poder visual artístico [...] cuya seriedad opresiva incita [sic] a la reflexión".[72]​ Con respecto a la relevancia de la precisión histórica para una película que es fuertemente metafórica y alegórica, John Aberth, escribiendo en A Knight at the Movies, dijo: "la película solo logra transmitir parcialmente la atmósfera de época y el mundo del pensamiento del siglo XIV.Bergman probablemente respondería que nunca fue su intención hacer una película histórica o de época.En última instancia, El séptimo sello debe juzgarse como una película histórica por lo bien que combina lo medieval y lo moderno".
El director Ingmar Bergman junto al actor Bengt Ekerot durante el rodaje del filme.
Filmación del Séptimo Sello en Filmstaden.
Detalle de la Danza de la Muerte en la iglesia parroquial de Nørre Alslev , Dinamarca (siglo XIV ) siglo).
La escena de la partida de ajedrez está inspirada en un mural del pintor medieval de iglesias Albertus Pictor (" Albert Målare ").