El mismo criterio ha sido seguido por las tradiciones cristianas tempranas, como las ortodoxas, orientales y la católica.Susana, una bella mujer, esposa de Joaquín, un rico e influyente judío en el Exilio babilónico, es vista y deseada por dos ancianos que habían sido nombrados jueces entre los judíos en el exilio en Babilonia.En su versión tardía de este documento, el judío Teodoción agrega unos detalles que indican que Susana se estaba preparando a recibir un baño con aceites y esencias aromáticas en el justo momento de ser interceptada por los dos viejos.El texto en griego Antiguo del Libro de Daniel asentado en la Biblia Griega o de los LXX, bastante más temprano, sin embargo, no dice que Susana fuera a tomar un baño en ese instante.Más bello, sin embargo, para mí, caer en vuestras manos, no habiendo hecho esto, que pecar ante el rostro del SEÑOR...» —Historia de Susana [Daniel 13], Versos 22-23.Los dos ancianos jueces, al verse rechazados, acusan a Susana de adulterio, y esta es llevada a juicio, donde los dos ancianos testifican falsamente en su contra haberla visto retozando con algún jovenzuelo en cierto paraje del vergel de su esposo.Por contraposición casi perfecta, el texto original de los LXX, siempre más reservado, más libre de detalles excesivos, dice sencillamente que Susana, inclinada, lloraba en su interior mientras clamaba la intervención divina.Y, tal como sucede en los procesos en los que se implementa dicho procedimiento, los dos falsos testigos incurren en tremenda inconsistencia o contradicción en sus declaraciones cuando el jovencito les pregunta bajo qué árbol vieron a Susana recostada con su supuesto amante.Los expertos discuten si el griego fue el idioma original, o si los manuscritos griegos, tanto de los "LXX", como de Teodoción, son traducciones del hebreo o del arameo.[16] Sin embargo es posible que una traducción se esfuerce en mantener figuras literarias encontradas en un original, tal como en este caso hace la traducción inglesa de The Anchor Bible contrasta "yew" (tejo) con "hew" (tajar) y "clove" (clavero) y "cleave" (quebrar).Algunos estudiosos sugieren que los juegos de parónimos habrían sido un aporte del traductor al griego.Teodoción los agrega en su Versión tardía (hacia el siglo II) recurriendo a los textos del Libro de Jeremías.Confróntese, al respecto, la gran laguna histórica existente entre la conclusión del Libro [1 y 2 ]de las Crónicas, y el mucho más temprano reinicio del relato de la historia judía, tal como se presenta al inicio del Libro de Esdras[ y Nehemías], y que se identifica, con toda propiedad, en el breve resumen relatado en 2 Crónicas 36:20-21; donde se sintetiza, en solo dos Versículos, todo lo acontecido a la nación judía durante los 70 años que durara el Exilio Babilónico.Acerca de estos hechos, el célebre erudito judío ruso americano Isaac Asimov, en su Guía de la Biblia, declara lo siguiente: «Los "ancianos", o viejecillos, probaron ser malvados, y la tradición judía los identificó, por ello, con dos profetas denunciados como falsos por Jeremías.Aparte de estos hechos, todas estas deidades femeninas paganas eran representadas como bellas señoras que solían recorrer los campos y cultivos, recogiendo, a su paso, en su regazo, espigas de gramíneas o cereales (Ceres), flores y capullos (Flora), o frutos de muy amplias variedades, incluyendo las bayas, las drupas y las nueces (Pomona).La tragedia de Paul Rebhun Ein Geistlich Spiel von der Gotfürchtigen und keuschen Frauen Susannen se imprimió en 1536.
Susana se paseaba por los campos, como algunas deidades femeninas de la fertilidad del Mundo Antiguo. Aquí, la diosa
Flora
, como quedó representada en un muro de
Pompeya
hace unos dos mil años.