Sudán anglo-egipcio

Además, el sultán otomano aprobó formalmente el uso hasta ahora no autorizado del título de jedive.

[1]​ La presencia militar británica en Egipto transformó el país en un protectorado virtual del Reino Unido.

Por el contrario, la presencia militar británica en Sudán fue relativamente limitada y, finalmente, estalló la revuelta.

El gobierno religioso de Abdalla impuso las tradicionales leyes islámicas en Sudán e hizo hincapié en la necesidad de continuar la lucha armada hasta que los británicos fueran completamente expulsados del país y que todo Egipto y Sudán se encontrara bajo su mahdiya.

Sin embargo, como en el Egipto propio, esta autoridad se vio en realidad comprometida por el control británico efectivo.

Liderando una fuerza conjunta de Egipto y el Reino Unido, Lord Kitchener dirigió campañas militares desde 1896 hasta 1898.

Una vez establecido, el condominio fue testigo de un control egipcio cada vez menor y durante la mayor parte de su existencia sería gobernado en la práctica por el Reino Unido a través del gobernador general en Jartum.

Durante la Primera Guerra Mundial, los británicos invadieron e incorporaron Darfur al Sudán anglo-egipcio en 1916.

Siguiendo una política de dividir y gobernar, los británicos estaban dispuestos a revertir el proceso, iniciado bajo Mehmet Alí, de unir el valle del Nilo bajo el liderazgo egipcio, y pretendían hacer fracasar todos los esfuerzos por seguir uniendo los dos países.

Desde 1924 en adelante, los británicos, esencialmente dividieron Sudán en dos territorios separados: uno al norte predominantemente musulmán de habla árabe y un sur de mayoría animista y cristiana, donde se alentó el uso del idioma inglés.

A pesar de la restauración del sultanato nominal, el poder británico en Egipto y Sudán no disminuyó, ya que el Reino Unido declaró a Egipto como un protectorado formal del Reino Unido.

Desafiando las demandas egipcias y sudanesas, el Reino Unido asumió gradualmente un mayor control del condominio, superando a Egipto casi por completo en 1924.

Esta derrota fue (supuestamente) en parte el resultado de que las tropas egipcias en Jartum Norte no apoyaron la insurrección con artillería como se había prometido anteriormente.

Los sucesivos gobiernos de El Cairo, en repetidas ocasiones declararon su anulación del acuerdo de condominio, y proclamaron que la presencia británica en Sudán era ilegítima, e insistieron en el pleno reconocimiento británico del rey Faruq como el "rey de Egipto y Sudán", un reconocimiento que los británicos se resistían a conceder, sobre todo porque Faruq estaba negociando en secreto con Mussolini para una invasión italiana.

Además, Nasser sabía desde hacía algún tiempo que sería problemático para Egipto gobernar el empobrecido Sudán.

En una conferencia sostenida en Yuba en 1947, se decidió integrar la administración de las provincias meridionales con las septentrionales.

[4]​ Sudán obtuvo el autogobierno en marzo de 1953 y Ismail al-Azhari se convirtió en Primer ministro en 1954.

[6]​ Varias películas se han ocupado de las operaciones militares británicas en Sudán durante el período.

Mapa del Sudán anglo-egipcio.
Bandera del gobernador general.
Bandera del Reino de Egipto y Sudán (utilizada incluso después de la abolición de la monarquía tras la revolución egipcia).
Pasaporte sudanés de 1947, siendo una emisión consular de El Cairo.
Bandera de Sudán utilizada de forma provisional durante la Conferencia afroasiática de abril de 1955.
Provincias del Sudán anglo-egipcio en 1948. Las provincias del futuro Sudán del Sur están coloreadas en rojo.