Alcanzó el sultanato de Egipto en 1917 al suceder a su hermano Hussein Kamel, cuando el país seguía siendo protectorado británico.
Aunque contaba con gran apoyo popular, la aparición de un fuerte movimiento nacionalista concentrado alrededor del Partido Wafd le ocasionó problemas con su propio pueblo.
El conflicto interno derivó en la ruptura de las negociaciones anglo-egipcias para la independencia, provocando una declaración unilateral británica que mantuvo bajo su control la economía y la política exterior.
El partido Wafd ganó las elecciones en 1923, 1925 y 1929, pero el rey evitó tener ministros de esa formación en su gabinete.
La crisis continua provocó que disolviese el Parlamento, convocara elecciones y promulgase una nueva constitución en 1930, lo cual evitó la presencia del movimiento Wafd y dio un carácter exclusivamente consultivo al Parlamento.