Sinfonía n.º 2 (Bernstein)

Su mayor problema profesional era cómo equilibrar su triple talento como pianista, compositor y director de orquesta, puesto que podría haber tenido una espléndida carrera a tiempo completo en cualquiera de los tres ámbitos.

Se subtitula "una égloga barroca", ya que es un poema pastoral en forma de diálogo.

Los personajes hablan principalmente en largos soliloquios de tetrámetros aliterados, con poca distinción entre las voces individuales.

Bernstein escribió la pieza mientras proseguía su cada vez más agitada carrera como director de orquesta, ya que en aquella época estaba muy solicitado en todo el mundo.

La partitura está escrita para piano solista y una orquesta formada por:[6]​ La sinfonía consta de dos movimientos que contienen tres partes cada uno:[6]​ La interpretación de esta obra dura aproximadamente entre 35 y 40 minutos.

Los cuatro personajes se ponen a debatir sobre la vida humana desde cada una de sus perspectivas personales.

En lugar de compartir un tema musical común, las variaciones son progresivas ya que cada nueva variación toma su material temático de la anterior, reaccionando solo a las ideas precedentes más inmediatas a la vez que construye nuevas ideas para la siguiente.

Al final de la séptima variación reaparece la escala descendente en el piano, y la escena sigue su curso.

Describe el viaje del grupo en taxi al apartamento de Rosetta para tomar una copa.

En el viaje lamentan la pérdida del "padre colosal", una figura paterna de guía que, como apuntó Bernstein "siempre puede dar las órdenes correctas, encontrar la solución adecuada, cargar con la máxima responsabilidad...".

Le sigue una sección central contrastante, que recuerda al exuberante Romanticismo de Brahms, "en la que se puede sentir el aspecto autoindulgente, casi negativo, de esta lamentación extrañamente pomposa".

La música atonal representa tanto su punto emocional más bajo y la sección romántica sugiere lo que les falta.

La orquesta se retira, dejando paso al piano solista acompañado por una "sección rítmica" de percusión, arpa, celesta y contrabajo, que acentúa las líneas con ritmos sincopados.

Se recuerda el viaje de los personajes y es retomado por toda la orquesta para llegar a una conclusión radiante.

Las melancólicas cuerdas responden con solitarios ecos del Prólogo, hasta que las maderas reiteran la esperanza de la trompeta.

Esta parte fue concebida originalmente sin piano, pero reescrita en 1965 porque los solistas no querían estar los últimos cuatro minutos en el escenario sin tocar.

Jerome Robbins creó una coreografía de ballet para esta sinfonía para el New York City Ballet, que se estrenó en febrero de 1950 en el New York City Center y mostró el arte de Jerome Robbins, Todd Bolender, Francisco Moncion y Tanaquil Le Clercq.

Bernstein en la década de 1950.
W. H. Auden , autor del poema "The Age of Anxiety".
Serguéi Kusevitski , dedicatario de la pieza y director del estreno.