Sinfonía n.º 1 (Bernstein)

La Sinfonía n.º 1, también conocida como Jeremías o en inglés Jeremiah, fue compuesta para mezzosoprano y orquesta por Leonard Bernstein en 1942.

La obra está dedicada a Samuel Joseph Bernstein, el padre del compositor.

Constituye la primera incursión del maestro estadounidense en el terreno de la composición orquestal a gran escala.

Según el propio compositor en las notas al programa del estreno, la obra comenzó como un único movimiento, Lamentation (Lamentación), para soprano y orquesta, esbozado en el verano de 1939.

Se trata de una pieza programática, aunque no literal, que sigue la historia bíblica del profeta Jeremías.

En las notas al programa para el estreno el compositor plasmó lo que quería expresar con cada movimiento:[1]​[2]​ El primer movimiento se titula Prophecy (Profecía), lleva la indicación de tempo Largamente y el compás va alternando 5/4 y 4/4.

Esta recopilación de bendiciones arregladas se recita en todos los servicios, Sabbat u otras fiestas, con interpolaciones variables y probablemente constituye la segunda oración más importante del judaísmo después del credo monoteísta Shemá Israel (Escucha Israel).

Los motivos son de sobra conocidos por aquellos que cantan pasajes bíblicos como preparación al Bar Mitzvá.

En la conclusión reaparece el tema Amidá del primer movimiento para indicar que la profecía se ha cumplido.

3 A más de sufrimientos y duros trabajos, Judá sufre ahora el cautiverio.

[9]​ Desde la grabación inicial se hicieron otras dos y no fue grabada por nadie más hasta después de la muerte del compositor.

Desde entonces ha sido registrada por varios directores, entre ellos Slatkin (dos veces), Judd, Alsop, Dudamel y Pappano.

Bernstein en 1944.