Segunda guerra de los Balcanes

La intransigencia territorial búlgara, que no se avino a aceptar la posesión griega de Salónica para mantener su alianza con Grecia, ni a ceder la Dobruya meridional para evitar el ataque rumano que decidió la contienda, facilitaron su derrota final.

[12]​ Aunque los búlgaros lograron contener finalmente casi todos los avances serbo-griegos, la entrada en el conflicto de Rumanía primero y del Imperio otomano más tarde garantizó su derrota.

[12]​ Tampoco contó con el respaldo de las potencias, perdido por el ataque a sus antiguos aliados que desencadenó la guerra.

[16]​ Militarmente, Serbia quedó como la principal potencia regional junto con Rumanía, mientras que políticamente fue la única nación cercana a Rusia tras el alejamiento de Bulgaria, insatisfecha con la actitud rusa durante el enfrentamiento.

[24]​ El anexo secreto al tratado de alianza serbo-búlgaro también admitía el derecho búlgaro a territorios al este de los montes Ródope y del Struma, lo que los búlgaros interpretaban incluía la Tracia cercana a Adrianópolis.

[25]​ Una última entrevista con el primer ministro serbio, Nikola Pašić, no sirvió para resolver las diferencias entre las dos naciones.

[25]​ Danev, por su parte, insistía en ceñirse estrictamente a las cláusulas del concierto suscrito con Serbia el año anterior.

[33]​[30]​ Comenzaron además conversaciones secretas para lograr el apoyo del Imperio otomano que no fructificaron.

[37]​ Para favorecer abiertamente a Bulgaria, sin embargo, necesitaba un acuerdo entre esta y Rumanía, su aliada de la Triple Alianza.

[40]​[41]​[27]​ El 29 de junio, en una reunión con el gabinete, el general Savov indicó que no podía garantizar por mucho más tiempo la disciplina en el Ejército y propuso la desmovilización inmediata o el ataque a los antiguos aliados en diez días.

[14]​[22]​ Para todos los contendientes este segundo enfrentamiento permitía dirimir por la fuerza las diferencias que habían surgido el otoño anterior.

[48]​ En cuanto a las ventajas búlgaras, estos contaban con un mando unificado y mejores comunicaciones que sus enemigos.

[2]​ Serbia contaba con trescientos mil soldados frente a las líneas búlgaras, al mando del voivoda Radomir Putnik.

[2]​ El resto de su Ejército, unos cuarenta y ocho mil hombres, se hallaba en la difusa frontera con Albania.

[47]​[52]​ Savov desoyó las órdenes del monarca y obedeció al Gobierno, pero fue relevado por Fernando dos días más tarde, acusado de insubordinación.

[53]​ Al comienzo los combates favorecieron a Bulgaria,[53]​ pero pronto su suerte se truncó con la movilización del resto de los países vecinos en su contra.

[55]​ Los búlgaros perdieron cerca de siete mil hombres entre muertos, heridos y desaparecidos en la batalla.

[56]​ En Salónica, las escasas fuerzas búlgaras ya se habían rendido tras duros combates el 1 de julio.

[58]​ En el norte, el avance hacia Pirot y Niš del 3.er Ejército búlgaro comenzó favorablemente el 7 de julio.

[3]​ La renuencia de Danev a realizar nuevas concesiones territoriales sustanciales había hecho que Rumanía aprovechase la indefensión búlgara.

[3]​ Los ochenta mil hombres del V Cuerpo rumano cruzaron la frontera y ocuparon la Dobruya meridional.

[3]​ El 14-15 de julio, el Ejército del Danubio rumano, con doscientos cincuenta mil hombres, cruzó este por tres puntos y comenzó su avance, sin encontrar resistencia.

[3]​ Las escasas fuerzas búlgaras que cubrían la frontera norte del país recibieron orden de no oponerse a las unidades rumanas.

[66]​ Los otomanos dividieron sus doscientos o doscientos cincuenta mil hombres en cuatro ejércitos, con el primero más al norte y el cuarto más al sur; las escasas fuerzas búlgaras (Adrianópolis contaba con una guarnición de cuatro mil hombres) se retiraron ante la superioridad numérica otomana.

[58]​ Por su parte, los rumanos habían alcanzado Ferdinand el 18 y, dos días más tarde llegaron a Vratsa, al norte de la capital búlgara.

[69]​[70]​ El 24 los rumanos notificaron a Sofía la disposición del resto de beligerantes a tratar la paz en Bucarest, aunque rechazaron la presencia otomana alegando que únicamente se trataría de repartir los territorios entre los Estados considerados cristianos.

[69]​ El fin de los combates, que habían durado treinta y tres días,[71]​ salvó al ejército griego atrapado en el Struma.

[79]​ La delegación montenegrina, sin reclamaciones territoriales con Bulgaria, se limitó a interesarse por la división del Sanjacado de Novi Pazar con Serbia, que le resultó finalmente favorable.

El desmantelamiento del Imperio otomano y de Bulgaria originó tensiones igualmente peligrosas en el sureste europeo.

[82]​[77]​[67]​ Serbia se convirtió en el principal enemigo de los nacionalistas búlgaros al lograr el grueso del territorio macedonio ambicionado por estos.

La Macedonia en disputa entre Serbia y Bulgaria, según el acuerdo de alianza. La pérdida de la posibilidad de acceso al mar Adriático de Serbia por la oposición de las potencias (principalmente del Imperio austrohúngaro ) y de la Dobruya meridional por Bulgaria hizo que ambas deseasen obtener mayor territorio macedonio.
Tropas búlgaras marchando al frente.
El general Mijaíl Savov , jefe del Estado Mayor búlgaro que había aconsejado atacar a los antiguos aliados de la Liga Balcánica , fue relevado del mando cinco días después del comienzo de la contienda por no obedecer la orden del zar Fernando de continuar la ofensiva, a pesar de la orden contraria del Gobierno.
Constantino I de Grecia . Dirigió el avance griego y se opuso a participar en las negociaciones de Bucarest hasta que la apurada situación militar en el Struma le obligó a ceder a los consejos de Elefterios Venizelos .
Cambios territoriales tras la segunda guerra balcánica, según el Tratado de Bucarest : Ganancias territoriales de Rumanía Albania Liga Balcánica Ganancias territoriales de Grecia Ganancias territoriales de Bulgaria Ganancias territoriales de Serbia Ganancias territoriales de Montenegro