Los países beligerantes fueron las naciones pertenecientes a la Liga Balcánica (Serbia, Grecia, Bulgaria y Montenegro) y el derrotado Imperio otomano.
Las grandes potencias representantes durante la firma del tratado fueron Alemania, Austria-Hungría, Italia, Reino Unido y Rusia.
Las cuatro potencias representantes del tratado, además de Francia, apoyaron la creación de una Albania independiente.
Rusia apoyaba a Serbia y Montenegro, mientras que el Reino Unido y Alemania tomaron una posición neutral.
Las condiciones establecidas mediante este tratado fueron:[2] Los defectos e inconformidades causados por el tratado, llevaron a una nueva guerra, la segunda guerra balcánica en junio de 1913.