Ascendió a capitán e ingresó en el Estado Mayor durante la guerra greco-turca de 1897, en la que sirvió junto al príncipe heredero y luego rey Constantino.
Convencido, como el ya rey Constantino, de que los Imperios centrales vencerían en la Primera Guerra Mundial, abogó porque Grecia se mantuviese neutral en la contienda.
[1] En mayo de 1916, retomó la jefatura del Estado Mayor.
El 25 de agosto, se le concedió un permiso de mes y medio, medida que formó parte de la reorganización del Estado Mayor acometida por Constantino para tratar de aplacar a la Entente, lo que no impidió que los oficiales hostiles a esta siguiesen con sus actividades.
Posteriormente se dedicó a escribir libros sobre asuntos militares.