[9] Por una parte, Ik' Muuy Muwaan reclamó para sí su derecho al trono y se estableció en Tortuguero.
La rivalidad entre ambas facciones se hizo patente, años más tarde, mediante los diversos conflictos bélicos que sostuvieron estas dos ciudades.
[13] Tradicionalmente se ha sabido que el matrimonio tuvo tres hijos, dos de ellos fueron gobernantes de Palenque, K'inich Kan Balam II y K'an Joy Chitam II (Kan Hul); el tercero, Tiwol Chan Mat, fue padre del también gobernante K'inich Ahkal Mo' Naab III;[14] sin embargo, las investigaciones del epigrafista Guillermo Bernal Romero, realizadas en el tablero de K'an Tok, señalan que hubo un hijo de nombre Wak-?-nal B'ahlam Ch'aaj Il Sib'ik ¿Kan?
[20] Sin embargo, el asedio que realizó Tortuguero no logró desestabilizar al gobierno de Pakal.
Se desconoce el motivo que tuvo Pakal para iniciar esta incursión militar, aunque es probable que haya sido una acción preventiva contra un eventual ataque coordinado por estas ciudades orquestado por Calakmul.
K'in?, a quien se le sacrificó el 17 de octubre para satisfacer al dios Ich Cham Ajaw.
[24] Durante el gobierno de Pakal la arquitectura y el arte en general fueron impulsados notablemente.
La primera obra monumental que mandó construir Pakal fue el Templo del Olvidado.
En 1949, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier encontró en una losa de la parte superior del Templo de las Inscripciones doce agujeros en forma simétrica que parecían haber sido hechos para soportar el trono del gobernante.
Al percatarse que había un espacio hueco bajo dicha losa, comenzó a escarbar y encontró los escalones de la escalera interna de la pirámide, cuyo paso estaba totalmente obstruido.
[30] El hallazgo fue de gran relevancia, pues hasta entonces se desconocía que las pirámides mesoamericanas hubiesen sido utilizadas como mausoleos, tal y como lo acostumbraban hacer los egipcios.
[35] En la lápida principal se representa el momento en que Pakal inicia su viaje hacia el inframundo en donde deberá derrotar a los señores de la muerte para posteriormente renacer como dios del maíz y subir hasta el plano divino.
En sus cantos se encuentran tallados jeroglíficos mayas que narran la biografía de Pakal.
Una serpiente bicéfala cuyo cuerpo asemeja una letra omega cruza los brazos del árbol.
[39] A la izquierda y derecha se representa al dios Ceh, deidad de la sacralidad maya.
Tanto en la parte superior como en la inferior se aprecian varios personajes que parecen estar hablando o rezando; los nahb'atow-ilob, nobles cercanos a Pakal que lo ayudaban durante sus autosacrificios de sangre.
La banda perimetral representa en su totalidad al cuerpo de la serpiente o dragón bicéfalo en su advocación de Itzamnaaj o la Casa del Lagarto, lugar al que debería llegar Pakal.
[35] Bajo la lápida principal y junto a la entrada del psicoducto, que en este sitio remata con la figura de una cabeza de serpiente, se encontraron dos esculturas realizadas en estuco que representan a Pakal.
La segunda cabeza representa a un Pakal como hombre maduro, con una edad aproximada de treinta años; su tocado evoca al dios del maíz.
Otra figurilla que representa al dios Pax fue encontrada junto a su pie izquierdo.
La nariz aguileña cuenta con la aplicación que utilizaban los nobles mayas para continuar su línea hasta la frente.
El cinturón ceremonial contenía dos pequeñas máscaras, ambas representan al dios Itzamnaaj.
[44] Durante muchos años, algunos pseudocientíficos han querido ver en la inscripción del sarcófago a un hombre en una nave espacial con palancas, volantes y engranajes.
Estas versiones, en descrédito desde el principio, se han popularizado, pero son absolutamente carentes de rigor científico, histórico e iconográfico.
Sus pies, que se encuentran en actitud dinámica, parecen accionar alguna clase de pedales.
El novelista y ufólogo soviético Alexander Kazantsev fue el primero en suponer esta pareidolia, a quien después se unieron el suizo Erich von Däniken con su libro Recuerdos del futuro, y el estadounidense Charles Berlitz.
[45] Estas teorías pseudocientíficas fueron propagadas mediante la película documental La nave de los dioses (Chariots of the Gods?
La escuela mayista estadounidense, la cual era la más avanzada en el área de epigrafía, aceptó sin cuestionamientos la historia contada en estelas y tableros mayas.
[31] Sin embargo, Linda Schele, Floyd Lounsbury y Peter Mathews opinaron que las conclusiones de Romano eran equivocadas.