Politeísmo

Otros ejemplos históricos son las antiguas religiones egipcia, griega, romana, celta o nórdica, en la zona europea y norteafricana, como tampoco hay que olvidar las religiones amerindias, como la inca, la maya o la mexica, por mencionar algunas precolombinas.

Tras la expansión del cristianismo en torno al Mediterráneo y por parte de Europa, se pasó a utilizar más la palabra pagano, gentil o la más peyorativa de idólatra para referirse a los no cristianos.

Dentro del teísmo, contrasta con el monoteísmo, cuya creencia en un Dios singular, en la mayoría de los casos trascendente.

El sistema engloba la personificación de elementos naturales, sentimientos y actividades humanas, normalmente organizados en una jerarquía o panteón.

Cada fuerza sobrenatural o acontecimiento trascendental (como el rayo, la muerte o el embarazo) atiende a unos mecanismos establecidos, que conforman un complejo orden cósmico muy jerarquizado, descrito mediante mitos, leyendas y obras sagradas.

En el politeísmo, debido a un entramado muy consolidado de transmisión, oral o escrita, el conocimiento es acumulativo, es decir, es ampliado por la especulación de los individuos dedicados a ello (chamanes, brujos, sacerdotes, poetas), o bien por contacto intercultural.

Así, los dioses del politeísmo son a menudo retratados como personajes complejos de más o menos estatus, con las habilidades, necesidades, deseos e historias, en muchos aspectos similares a las presentes en los seres humanos, pero con poderes individuales adicionales, habilidades, conocimiento o percepción sobrehumanas.

Los dioses del politeísmo son, en muchos casos, el más alto nivel de un continuo de seres sobrenaturales o espíritus, que puede incluir antepasados, demonios, espectros y otros seres mágicos o mistéricos.

Aunque muchas formas del budismo incluyen la veneración a los bodhisattva, estos no son vistos como entidades divinas.

Cada religión pagana tiene su propio panteón, que aunque es relativamente estable, admite algunos cambios: puede desarrollarse y nuevos dioses pueden incorporarse, por importación de otros cultos o por el nacimiento de nuevos cultos locales.

Aun así, si un nuevo dios se incorpora y tiene unas características muy similares a uno que ya preexiste, se unifica generalmente en una sola figura que generalmente trae el nombre de la deidad tradicional.

En la época clásica, Salustio (siglo IV d. C.) categorizó la mitología en cinco tipos: La teológica son estos mitos que no utilizan ninguna forma visible, sino que contemplan la esencia misma de los dioses: por ejemplo, Chronos se tragó sus hijos.

Aquí el banquete representa los poderes hipercósmicos de los dioses, por eso están todos juntos.

Los escribas bíblicos del Antiguo Testamento rechazaban la idolatría de Israel y consideraban a otras deidades como simples ídolos sin divinidad ni poder.

Cómo se ha dicho más arriba, los panteones de muchas civilizaciones tienden a crecer con el tiempo.

La religión helenística todavía puede considerarse cómo politeísta, pero con fuertes componentes monistas, y el monoteísmo finalmente surgirá de las tradiciones helenísticas durante la Antigüedad tardía en forma de neoplatonismo y la teología cristiana.

Del Neolítico De la Edad del Bronce a la Antigüedad clásica De la Antigüedad tardía a la Alta edad mediana El esquema clásico a la antigua Grecia de los doce olímpicos (los Doce Canónicos del arte y la poesía) fueron:[9]​[10]​ Zeus, Hera, Poseidón, Atena, Ares, Deméter, Apolo, Artemis, Hefesto, Afrodita, Hermes, y Hestia.

Aunque se sugiere que Hestia renunció cuando Dioniso fue invitado al Olimpo, este es un tema de controversia.

Robert Grabas, en Los mitos griegos cita dos fuentes en las cuales obviamente Hestia no cedió su lugar, aunque se sugiere que lo hizo.

Más amplia es el hinduismo popular, con rituales dedicados a varias deidades locales o regionales.

Cuando se acumula karma negativo, renacen como humanos o cualquiera de los otros seres inferiores.

Por ejemplo, al Japón, el budismo, mezclado con el sintoísmo, que rinde culto a deidades llamadas kami, creó una tradición que reza a los dioses del sintoísmo como una forma de Buda.

Cada persona es un individuo diferente y separado, en el cual se individualiza la naturaleza humana.

La página web Hinduism Facts afirma que hay un Ser Supremo (Braman) y una serie de deidades.

Esta esencia divina se refiere generalmente como Braman o Atman, pero la comprensión de la naturaleza de esta esencia divina absoluta es la línea que define muchas tradiciones filosóficas hindúes cómo el Vedanta.

Sin embargo, muchos filósofos Vedanta también argumentan que todas las personas están unidas por el mismo poder impersonal y divino en la forma de la Atman.

El que es uno, los sabios se le dan muchos títulos denominándolo Agni, Yama, Matarisvan.

[25]​ El politeísmo duro tiene la creencia que los dioses son diferentes entre sí, seres divinos separados, reales y no arquetipos psicológicos o personificaciones de fuerzas naturales.

y no consideran necesariamente que los dioses de todas las culturas sean igualmente reales, una posición teológica conocida formalmente como politeísmo integrador o omniteismo.

No obstante el "panteísmo" tiene una larga historia de uso para referirse a una divinidad inmanente que todo lo alcanza.

Dioses grecolatinos.
Dioses chichas
Detalle del friso de la tumba del faraón Horemheb, que muestra a los dioses Osiris, Anubis y Horus.
Dioses del panteón egipcio
El juicio de Paris , de Luca Giordano
Isis-Perséfone, el sincretismo entre la religión romana y las religiones que iba absorbiendo el Imperio se hizo presente en esculturas como esta, que aglutina Isis (diosa egipcia) y Perséfone.
Los Doce Olímpicos
El Emperador Constantino y el Concilio de Nicea. En la parte baja se puede ver como queman los libros arrianos.
Avatares del dios hindú Vishnu
Druida en la actualidad (neodruidismo, un tipo de reconstruccionismo politeísta).