Pedro Coudrin

El nuevo instituto de vida consagrada jugaría un importante papel en la regeneración del catolicismo en la Francia posrevolucionaria.

Las escuetas vacaciones (septiembre y octubre) las pasaba en buena parte en la casa parroquial de Saint-Pierre-de-Maillé, donde habían trasladado a su tío.

Por ello Pierre Coudrin se niega a jurarla, entrando en el clero refractario, en la ilegalidad.

Si bien pasa las horas de luz sin salir, rezando y leyendo historia eclesiástica, por las noches celebra la misa, charla con Momain, o confiesa a los habitantes del castillo.

En este contexto, numerosos miembros del clero refractario abandonan Francia para no ser detenidos.

Es durante este retiro forzado cuando el Padre Coudrin tienen la visión que le moverá a fundar la Congregación de los Sagrados Corazones.

Al anochecer, hacen sonar un cuerno que sirve a los católicos refractarios como señal para dirigirse a los lugares donde se celebraba el culto clandestino:"Los jóvenes muchachotes más ligeros, se escalonaban hasta el Puente Joubert para dar la alarma en caso de visitas domiciliarias; otros vigilaban las casas de las personas señaladas por sus ideas revolucionarias; hombres armados con bastones nudosos se colocaban detrás de las mujeres para protegerlas en caso de necesidad y cuando la asamblea estaba completa, comenzaba la ceremonia.

Inmediatamente, el oficiante subía al altar y decía la Misa: en las fiestas solemnes la cantaba; y una noche que se celebraba en una granja de la Cueille-Aiguë, los habitantes de la parte baja del Puente Joubert oyeron claras las palabras del Credo.

[1]​El Padre Coudrin no duda ante el peligro: llega a colarse en las cárceles de Poitiers para poder confesar y celebrar misa.

En la Grand'Maison el sagrario está disimulado por un panel de madera entre dos ventanas, y que precisa un mecanismo para moverse.

El "Buen Padre" (como empezarán a llamarle en su congregación) les forma como mejor puede en esos difíciles momentos para su profesión inicial: catequesis de niños, recitación común de las horas litúrgicas y en los ratos libres lecturas piadosas o teológicas, y meditación.

El Padre Coudrin recluta jóvenes aspirantes en sus visitas pastorales con Monseñor Chabot por la diócesis: en enero de 1803 la rama masculina en Mende ya tiene cinco novicios.

Crece la tensión entre el obispo (defensor de su vicario) y sus opositores, desarrollándose varios conflictos.

En su estancia en París, el Padre Coudrin ejerce su ministerio en la iglesia de Saint-Roch (San Roque), donde predica y confiesa a multitudes.

Se permite el acceso al oratorio para así rezar por las víctimas del Terror.

Es por su significado para la causa realista que la policía vigila el lugar cuando este recobra actividad.

Después del colegio, el Buen Padre abre un seminario para sus religiosos que se orienten al sacerdocio.

Incluso en 1814 recibe un grupo de seminaristas irlandeses e ingleses, puesto que en estos países los católicos eran discriminados por su religión.

El papa Pío VII, que había pedido la Memoria escrita al Padre Hilarion, la lee y manda a la Congregación de obispos y regulares (encargada de las congregaciones) que examine el documento.

A los pocos días el organismo vaticano pide unas Constituciones para poder aprobar la nueva Congregación.

Tal licencia garantizaba independencia para la casa de Picpus respecto a la parroquia donde estaba (Sainte-Marguerite).

El P. Lemercier intenta revertir esta situación publicando ataques infundados al Padre Coudrin; incluso prohíbe a sus religiosos salir en la procesión del Corpus Christi que se celebra en la parroquia cada año.

Dolido por la situación, el Buen Padre piensa en abandonar la capital y llevarse las comunidades de Picpus a Troyes, cuyo ordinario le ofrece ser vicario general.

Al mes llegan veinte hermanas, que comienzan la Adoración Perpetua y abren una escuela gratuita.

Organizan una misión popular muy activa durante dos meses en Bouilly, garantizando los sacramentos a personas que no veían un sacerdote en muchos años.

A la vuelta el Padre Coudrin tarda poco que querer abandonar Troyes, puesto que no se adapta a la forma de trabajar del nuevo obispo, y tiene un enfrentamiento con un cargo de la curia diocesana por el lugar donde deben cursar los seminaristas menores.

Además de vicario general es designado superior del Seminario local, un puesto que ya ha ocupado en otras diócesis.

Dejan de vicario general al Padre Isidore David, que pertenece a la Congregación.

Se profana el Santísimo y los hermanos huyen a otras comunidades o son encarcelados.

Cuando llega a su lecho ella le reconoce y sonríe, expirando al día siguiente.

Tumba actual de Pedro Coudrin y de Henriette Aymer . Casa de la Congregación de los Sagrados Corazones en el número 37 de la Rue Picpus, París.