Gregorio X

Convocó al Concilio de Lyon II y también hizo nuevas regulaciones con respecto a los cónclaves papales.Aunque fueron anulados brevemente por sus sucedores Adriano V y Juan XXI, estas regulaciones continuaron vigentes hasta el siglo XX,[nota 1]​ cuando fueron modificadas por Pablo VI.Visconti se convirtió en el Oeconomus o Mayordómo del cardenal y, por lo tanto, estaban en constante presencia.Mientras se encontraba en Provenza, Visconti conoció a importantes clérigos y laicos franceses.[nota 2]​ Luego regresó con Pecorari, cuya nueva misión en Francia fue en realidad predicar una cruzada contra Federico II el Grande, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien nuevamente estaba en guerra con el papa Gregorio IX.Tras la muerte de su patrón y modelo espiritual, Visconti decidió no permanecer más tiempo en la Curia romana, planeando viajar a París, donde estudiaría teología.De hecho, durante los siguientes doce años, no fue ordenado sacerdote ni consagrado obispo.[nota 4]​ Sin embargo, Enrique siguió con su antigua vida de militar, lo que lo llevó a enfrentarse con Visconti.Pero, inmediatamente después, se volvió hacia el prelado y lo reprendió duramente por su comportamiento inmoral.En consecuencia, pocos días después, Teobaldo abandonó Lieja, y se dice que emprendió una peregrinación a Tierra Santa.[nota 5]​ En realidad viajó a París, donde reanudó su plan, largamente pospuesto, de estudiar teología.Carlos también había intrigado con éxito para ser elegido senador de Roma, e intervino repetidamente en los asuntos políticos de toda la península italiana; a tal punto que ni el propio Clemente se había atrevido a coronarlo por la oposición del gobierno gibelino hacia él.Sin embargo, los seis no lograron su objetivo, por lo que decidieron mirar fuera de sus filas, acordando nombrar a Visconti.Los frailes se volvieron poco después de que la expedición marchara a Mongolia.[17]​ Poco después, Visconti emprendió el viaje a Italia, ya que había sido convocado por los cardenales para aceptar la elección en sus manos.[21]​ No todos los cardenales lo siguieron: Gregorio señala en una carta al rey Eduardo, fechada el 29 de noviembre, que los cardenales Riccardo Annibaldi y Giovanni Orsini todavía se encontraban en Roma y que se les había ordenado encontrar un lugar seguro como prisión para Guido de Montfort.[23]​ Gregorio mismo tuvo una reunión inmediata con el rey Felipe III de Francia, con quien se estaba escribiendo desde su adhesión.Las reuniones conciliares fueron evidentemente bastante armoniosas y exitosas, ya que Felipe cedió al Papado el Condado Venesino.Evidentemente, los intereses del Papa respecto al concilio eran de naturaleza disciplinaria, no doctrinal.Además de apoyar la diplomacia con el Imperio chino, Gregorio buscó establecer relaciones con Abaqa Kan, líder del Ilkanato mongol.[32]​ Después del concilio, Abaqa envió otra embajada, dirigida por los hermanos georgianos Vassali, para notificar a los líderes occidentales sobre los preparativos militares.Gregorio respondió que sus legados acompañarían a la cruzada y que se encargarían de coordinar las operaciones militares con Abaqa..[33]​ Sin embargo, estos proyectos para una nueva cruzada se detuvieron esencialmente con la temprana muerte de Gregorio en 1276.Gregorio ha sido representado dos veces en televisión: en la miniserie Marco Polo (1982) de RAI, en la que es interpretado por el actor estadounidense Burt Lancaster;[39]​ y en la serie Marco Polo (2014) de Netflix, representado por el actor irlandés Gabriel Byrne.
El Primer Concilio de Lyon (en la imagen) fue convocado, entre otros objetivos, para deponer a Federico II Hohenstaufen de su título de emperador. Visconti participaría en las sesiones conciliares.
Miniatura medieval anterior a 1278, Departamento de Colecciones Especiales de la Biblioteca de la Universidad de Siracusa .
El más famoso de los cónclaves realizados en Viterbo fue el que ocurrió entre 1268 y 1271, donde dos facciones de cardenales se enfrentaron en la elección del Papa durante casi tres años. En la sección izquierda de la miniatura, se aprecia el encierro de los cardenales en el palacio episcopal por el pueblo de Viterbo; a la derecha, las discusiones de los cardenales.
Nuova Cronica , manuscrito BAV Chigiano L VIII 296, conservado en la Biblioteca Vaticana .
Niccolò y Maffeo Polo con Gregorio X.
El Libro de las Maravillas , edición del siglo XV , Biblioteca Nacional de Francia .
Sello papal de Gregorio X. Hecho de plomo , con las figuras de San Pablo y San Pedro en su anverso y su nombre ( GREGORIVS PP X ) en latín en el reverso; fue utilizado por Gregorio para autentificar sus documentos pontificios y bulas oficiales.
Tumba del papa Gregorio X , catedral de San Donato, Arezzo .