Es un estratovolcán compuesto por muchas capas de lava que se alternan con ceniza volcánica endurecida y otros piroclastos.
El parque es un popular destino turístico e incluye varios refugios para los turistas; las laderas del volcán son utilizadas para deportes de invierno, y la Laguna del Otún, para la pesca de trucha.
[9] Así mismo, en la región se encuentran algunos balnearios con aguas termales operados comercialmente.
[18] Antiguamente se consideraba el Nevado el Cisne como parte de los domos de lava del Ruiz, sin embargo, en la época reciente se ha demostrado que este forma un pequeño complejo volcánico aparte con el morro negro.
[15][17][22] En el lado suroccidental del volcán se encuentra el cono piroclástico La Olleta, que no está activo actualmente, pero ha erupcionado varias veces en el pasado.
[17] El Nevado del Ruiz está cubierto por glaciares, que se formaron hace varios miles de años y generalmente han ido retirándose desde el Último Máximo Glacial.
[26] El grueso hielo que cubre la meseta de la cumbre puede estar ocultando una caldera; cinco cúpulas alrededor de dicha meseta han aparecido conforme el hielo se ha ido retirando.
[27] En general, el Nevado del Ruiz está pobremente forestado principalmente debido a su elevación, y su cubierta de árboles disminuye conforme aumenta la altitud.
Algunas herbáceas, de familias como Polypodiaceae, Araceae, Poaceae, Asteraceae, Piperaceae y Orchidaceae también están presentes en la región.
[9] Entre los animales que habitan el volcán se encuentran el tapir andino y el oso de anteojos, considerados como amenazados.
[9] Asimismo, en los alrededores del volcán se encuentran especies como B. ferrugineifrons, O. Stubelii y O. percrassa.
[9] Sus primeras erupciones tuvieron lugar hace 1,8 millones de años, a principios del Pleistoceno,[12] a partir del cual se han identificado tres periodos primarios de erupción: el ancestral, el antiguo y el actual.
Durante el periodo antiguo, que duró desde hace 800.000 a 200.000 años, se desarrolló un nuevo complejo de grandes estratovolcanes, incluyendo lo que para aquella época eran el Ruiz, el Tolima, el Quindío, y el Santa Isabel.
Además, en el informe se recomendaron varias técnicas de preparación sencillas para las autoridades locales.
[34] Dado que el agua de los lagos volcánicos suele ser extremadamente salada y contener gases volcánicos disueltos, la composición ácida del lago, así como su calor, aceleró la fusión del hielo; este efecto fue confirmado por las grandes cantidades de sulfatos y cloruros encontrados en el lahar.
[34] Los lahares, conformados por agua, hielo, material pirocástico incandescente piedra pómez, arena, lodo y otras rocas,[41] se mezclaron a medida que avanzaban cuesta abajo.
[42] Continuaron su trayecto a una velocidad promedio de 60 km/h erosionando el suelo, arrastrando rocas y destruyendo la vegetación.
Luego de descender kilómetros, los lahares se dirigieron a los seis ríos que drenan el volcán.
[45] También es el lahar más mortífero del que se tiene conocimiento,[12] y el mayor desastre natural de Colombia.
[47] Por otro lado, como la última erupción se había producido 140 años atrás, ya no existía en la memoria de los pobladores y para muchos fue difícil aceptar el peligro que representaba el volcán, que los habitantes conocían como el león dormido.
[49] Luego de la catástrofe, los científicos analizaron la información previa a la erupción y notaron que habían ocurrido varios sismos de periodo largo, que empezaban fuertes y se iban atenuando lentamente.
El vulcanólogo Bernard Chouet se refirió diciendo que: "el volcán estaba gritando 'estoy a punto de estallar'", pero los científicos que estaban estudiando el volcán en el momento de la erupción no tenían la experiencia para leer estas señales.
[50] El Nevado del Ruiz es un volcán que está en erupción desde hace aproximadamente 10 años,[4] pero todas las erupciones que ha hecho en este periodo han sido menores y su afectación se ha limitado a caída de cenizas en diferentes lugares dependiendo de la dirección del viento.
[51] Por eso es importante el monitoreo continuo y detallado, con el fin de informar oportunamente sobre los cambios en su actividad.
El riesgo más probable es que erupciones de pequeño volumen puedan desestabilizar los glaciares y generar lahares.
[55] Cuando otro volcán colombiano, el Nevado del Huila, entró en erupción en abril de 2008, miles de personas fueron evacuadas, pues los vulcanólogos alertaron a la población afirmando que la erupción podría ser otro "Nevado del Ruiz";[56] De igual manera, la zona aledaña al Galeras, ha sido constantemente evacuada debido a su actividad.