Los domos pueden alcanzar alturas de varios cientos de metros, y pueden crecer lentamente y en forma continua durante meses e incluso años.
Los domos pueden construirse en el interior del volcán sin llegar a emerger, en cuyo caso pueden aflorar con el paso del tiempo debido a su resistencia a la erosión, formando entonces agujas rocosas que destacan en el paisaje y que en muchas regiones hispanohablantes reciben el nombre de "Bufa" "Peña" "Pitón" o "Roque".
Un ejemplo es el Roque Nublo en la isla de Gran Canaria.
[4] Las cúpulas sufren varios procesos como el crecimiento, el colapso, la solidificación y la erosión.
[1] Los domos pueden alcanzar alturas de varios cientos de metros, y pueden crecer lenta y constantemente durante meses (por ejemplo, el volcán Unzen), años (por ejemplo, el volcán Soufrière Hills), o incluso siglos (por ejemplo, el volcán Monte Merapi).
Las laderas de estas estructuras están compuestas por escombros rocosos inestables.
[14] Un ejemplo de criptodomo fue la erupción del monte St.
[16] Hay otro flujo de coulée prominente en el flanco del volcán Llullaillaco, en Argentina,[17] y otros ejemplos en los Andes.