Museo de Arte y de Historia del Judaísmo

El proyecto tenía dos objetivos: que París fuera dotado de un ambicioso museo dedicado al judaísmo y luego dar a conocer las colecciones nacionales adquiridas en las reservas del Museo Nacional de la Edad Media.

Solo existía entonces en París un modesto museo dedicado al arte judío, en la calle des Saules.

Los dos arquitectos encargados de remodelar el interior del edificio, Catherine Bizouart y François Pin, no solo organizaron los espacios de las colecciones permanentes, sino que también crearon una mediateca, un auditorio, una librería y un espacio dedicado a los talleres pedagógicos.

(5) Crear y ejecutar operaciones, actividades e iniciativas educativas para promover la cultura judía.

El mahJ ha escogido un periodo que va cubriendo la historia judía desde sus inicios en Francia hasta el nacimiento del estado de Israel.

Explora la identidad judía sin que el recuerdo del Holocausto sea el elemento principal.

Por otra parte, el museo le da prioridad a un enfoque histórico del judaísmo.

El museo indaga también cuestiones fundamentales en cuanto al judaísmo y a la identidad judía.

El judaísmo francés ha conocido una rica vida cultural en la Edad media, así como son testigos de ellos pensadores judíos tales que Rashi, un rabino del siglo XI.

Tiene un valor excepcional, pues constituyen el conjunto arqueológico más importante nunca descubierto en suelo francés.

Esta sala ilustra el esplendor cultural de algunas ciudades, tales como Módena y Venecia.

El cuadro expresa muy bien el tormento pero no le falta realismo ya que algunos detalles representan fielmente las costumbres judías.

A Magnasco le interesaban muchísimo los temas judíos y pintaba numerosas sinagogas en sus cuadros.

Una sala del mahJ se dedica por completo a la fiesta de Janucá (Hannukah), en la que se expone una colección excepcional de Hannukiot, con una variedad tanto en las formas como en el dibujo, los orígenes y las épocas.

Además de plasmar diversos objetos y textos rituales, representa las tres peregrinaciones, Pésaj (Pessa’h), Shavuot (Chavouot) y Sucot (Succot) subrayando asimismo la importancia céntrica de Jerusalén en la conciencia judía.

Todo viene ilustrado por obras de artistas judíos, franceses y europeos, que plasman temas vinculados con el judaísmo: Alphonse Lévy, Edouard Brandon, Edouard Moyse, Samuel Hirszenberg, Maurycy Gottlieb y Maurycy Minkowski.

Esta parte del museo presenta obras sobre papel y libros de principios del siglo XX que ilustran el renacimiento de la cultura judía en Alemania y en Rusia en aquella época.

Se enfocan en el folklore, los motivos ornamentales, los temas bíblicos, y la caligrafía hebraica.

La diversidad de cada uno en su desarrollo individual y su confrontación con la modernidad, testimonian la transición del arte judío hacia una expresión artística que ya no es exclusivamente religiosa.

Todas las lápidas llevan grabadas inscripciones hebraicas y asimismo constituyen documentos históricos de una comunidad judía.

En numerosas familias marroquíes, el vestido ceremonial se va heredando de madre a hija.

Numerosos trajes similares han sido regalados al museo por familias marroquíes que viven en Francia después de la descolonización.

Una inscripción pintada refuerza esta alegoría: “El nombre del Señor es una torre fuerte donde los justos pueden refugiarse”.

Esta arca muestra como los judíos han pedido a los artistas más famosos de la época que realizaran muebles para la sinagoga.

Imágenes del principio del siglo XX, en particular las tomadas por Eugène Atget y los hermanos Seeberger, dan a conocer la vida de artesanos judíos rusos, polacos, rumanos y ucranianos.

Pierre Le Muet derribó el edificio antiguo y siguió el modelo habitual de las grandes casas aristocráticas: la residencia, el cuerpo -entre patio y jardín-, el gran patio de honor rectangular.

La planta baja abrigaba el vestíbulo, las salas de recepción, la antesala y el comedor.

Construyó una gran escalera e instaló unos apartamentos en la antigua galería del segundo piso.

La Fundación Pro mahJ fue creada en 2003: su objetivo es el de fomentar las actividades del museo, en particular financiar exposiciones y publicaciones, y también enriquecer la colección; es una iniciativa de Claire Maratier (1915–2013), hija del pintor Michel Kikoine.

También ha acogido el mahJ obras del artista israelí Moshe Ninio: Glass(es) y Morgen.

Marc Chagall, El Padre , París, Francia, 1911, óleo sobre lienzo, 80 x 44,20 cm, depósito del Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou.
Samuel Hirszenberg, Cementerio Judío , Lodz, Polonia, 1892, óleo sobre lienzo, 198 x 296 cm, Museo de arte e historia del Judaísmo,París.
Estuche de plata de la Torá y Sefer Torá , pergamino de la Torá, Imperio Otomano, 1860, madera, plata grabada y repelida, piel de gacela, 86 x 21 cm, depósito del Museo Nacional de la Edad Media, París.
Félix-Joseph Barrias, Mujer con hennin , 1890, óleo sobre lienzo, 41,5 x 33 cm, Museo de Arte e Historia Judía, París. El hennin es un tocado femenino de la Edad Media, gorro cónico muy alto y rígido.
Louis Mitelberg alias TIM, Homenaje al Capitán Dreyfus , Paris, 2003, sobremoldeado de resina, 395 x 92 x 116cm. Reproducción de la versión original de 1988 que ahora se encuentra en la place Pierre-Lafue del 6º distrito de París. © Sylvain Sonnet
Christian Boltanski, Los habitantes del palacete de Saint-Aignan en 1939 , París, 1998, texto impreso en papel, pegado en una pared exterior, 40 x 60 cm, donación de Christian Boltanski, Museo de arte e historia del judaísmo, París.
El patio del palacete de Saint-Aignan
Gran escalinata