En Francia, el régimen de Vichy movilizó a la policía francesa para participar en esta operación.
Las condiciones del arresto fueron penosas: las personas arrestadas no podían llevarse más que una manta, un par de zapatos y dos camisas; después separaron a las familias, muchas de las cuales nunca volvieron a reunirse.
Otros fueron enviados al Velódromo de invierno (situado en el distrito XV), que sirvió como cárcel provisional (en 1941 ya había sido utilizado en otra redada).
Los alemanes habían fijado inicialmente que la redada sólo incluyera adultos de ambos sexos.
Este cargo se mantiene aún sobre el capitán SS Alois Brunner, quien se refugió después de la guerra en Damasco, Siria, y donde podría haber muerto a principios de la década del 2000.