[1][2] Sirvió luego por breves períodos en los navíos San Nicolás, Glorioso, Magnánimo y Galicia, destinado este último en la escuadra que al mando del capitán general Francisco de Borja y Poyo realizó un crucero por la costa cantábrica.
Permaneció en esas aguas hasta agosto de 1799 en que, trasladado a la fragata Nuestra Señora del Pilar, zarpó rumbo a San Blas, donde al arribar en febrero de 1800 tuvo que desembarcar por enfermo.
[2] Tardó casi dos años en recuperarse, reincoporándose a principios de 1802.
Solicitó retornar a la península y, concedido, embarcó en la fragata mercante Santa Rosa, que fue apresada en el cabo de San Vicente por un lugre[Nota 1] británico.
Mantuvo varios encuentros con fuerzas británicas, valiéndose del poco calado de sus buques que le permitían acercarse a la costa.
[2] Por orden del virrey zarpó de Colonia del Sacramento con el Cisne rumbo a Santo Domingo Soriano, integrando la escuadrilla al mando de Juan Ángel Michelena.
Ya recuperado zarpó con su buque para apoyar a las fuerzas que ocupaban Colonia del Sacramento, pero el 22 de agosto se encontraba nuevamente enfermo y tras entregar el mando regresó al Apostadero.
Al frente de la Mercedes, consiguió salvar su nave y conducirla a puerto días después del combate.
Convencido partidario del absolutismo, en 1820 se afilió al partido de los Apostólicos.
Golpeado y herido debió ser operado, siendo luego encerrado en la cárcel de Manzanares.