Desde su entrada en servicio permaneció asignado a la escuadra del departamento de Ferrol.
Al tomar la plaza Gran Bretaña, regresa con la misma escuadra a La Habana, donde queda varado el 31 de mayo junto al navío Gallardo, el navío francés Destín y la fragata Nuestra Señora de la O.
En abril de 1782 estaba en La Habana en mal estado junto a otros tres navíos de esta escuadra, y considerados como inútiles para combatir, por lo que fue necesario enviarlos a la península para hacerles reparaciones en el dique seco.
Con la misma escuadra pone rumbo al mar Cantábrico a mediados de 1794.
Se rescató toda la artillería y pertrechos, así como el personal del navío.
El capitán Topete fue absuelto del posterior consejo de guerra.