El Aranzazú fue llevado a Buenos Aires ese mismo mes para su remate permaneciendo al mando del teniente Juan Brown.
Tras el fracaso de la operación, pasó a Buenos Aires para su rearme, bajo el control del piloto Manuel García.
Nuevamente al mando de Hubac, dio apoyo a las expediciones de Marcos y Juan Ramón Balcarce contra Gervasio Artigas y en septiembre contra Santa Fe.
Tras ser dañado en agosto por un temporal y reparado en balizas interiores, encabezó el siguiente año la escuadrilla al mando de Matías Zapiola en operaciones contra Entre Ríos.
Al mando del teniente Antonio Toll primero y de Calixto Silva luego, se utilizó como pontón en el Riachuelo.