Luciano Montes de Oca

Se enroló en el ejército español en la capital para combatir las invasiones inglesas, luchando contra los invasores y formando como oficial del Regimiento de Patricios.

Contaba con el apoyo de los caudillos menores Gregorio Samaniego, Gervasio Correa y Evaristo Carriego.

Con la excusa de que estaba enfermo, logró quedar en prisión domiciliaria en su quinta.

En octubre volvió a tomar su regimiento de infantería, y combatió contra el coronel Manuel Pagola, con lo que quedó rehabilitado.

Pasó a retiro por la reforma militar del ministro Bernardino Rivadavia en 1822, y aprovechó su jubilación para comprar una estancia.