San Justo (1779)

El antiguo sistema constructivo inglés, traído a España a mediados del siglo XVIII por Jorge Juan gracias a un novelesco y exitoso plan de espionaje industrial, había dado paso, en el reinado de Carlos III de España, al más moderno sistema francés importado por el citado Gautier.

La manifiesta inferioridad española se saldó en una severa derrota, de la cual tan sólo pudieron salvarse seis navíos, entre ellos el San Justo, perdiéndose los cinco restantes, uno por naufragio y el resto apresado por sus enemigos.

Acto seguido acudiría a auxiliar al Príncipe de Asturias, el barco de Gravina, que estaba acosado por varios enemigos ingleses, siendo tomado finalmente a remolque por el Themis.

Sus bajas en combate fueron un total de diecisiete, cinco muertos y doce heridos[5]​ -ningún muerto y siete heridos según otras fuentes-,[9]​ cifra muy inferior a la de otras naves españolas donde la carnicería fue espantosa.

Tras padecer las consecuencias del violento temporal que azotó la zona y echó a pique varios buques, volvió al puerto gaditano desarbolado de los palos mayor y de mesana.

Un año más tarde, en 1810, intervino activamente en la defensa de Cádiz, asediada por las tropas francesas apostadas en las baterías del Trocadero.

Un año después, en 1820, estando fondeado en el puerto gaditano se vio involucrado en un incidente durante el alzamiento liberal que, dirigido por Rafael de Riego, implantó un nuevo gobierno liberal-progresista en España, más conocido como Trienio Liberal.