Cuthbert Collingwood

Collingwood estuvo presente en el Glorioso Primero de junio, como capitán del HMS Barfleur.

Después de bloqueo Cádiz, regresó por unas semanas a Portsmouth para reparar las naves.

Collingwood continuó colaborando en el bloqueo del enemigo, hasta que la paz de Amiens le permitió regresar a Inglaterra.

Estuvo por casi dos años aquí, pero como Napoleón estaba planificando y equipando su ejército para invadir Gran Bretaña, la campaña que iba a decidir el destino de Europa y el control del mar recién estaba empezando.

Collingwood solo tenía tres naves, pero logró evitar la persecución, aunque fue perseguido por dieciséis buques.

Poco tiempo después se le sumó Nelson esperando tentar a la flota combinada hacia una batalla.

Pierre-Charles Villeneuve, el almirante francés, dispuso su flota en forma de media luna.

El Royal Sovereign era el navío más rápido, principalmente debido a que su casco estaba recubierto de una capa nueva de cobre que evitaba la fricción propia del cobre envejecido y, por tanto resultaba una nave mucho más rápida.

El Royal Sovereign se acercó al Santa Ana y disparó sus cañones laterales.

Poco después el Santa Ana fue cañoneado con fuerza hasta que se rindió pasadas las dos y media de la tarde.

Sin embargo fue igual o incluso superior en cuanto a estrategia marina, talento general, y pensamiento estratégico.

Nelson y Collingwood poseían una estrecha amistad, que los acompañó desde que se conocieron hasta la muerte de Nelson en Trafalgar, y se encuentran enterrados uno al lado del otro en la Catedral de San Pablo.

En el año 2010, y entre los diversos actos que tuvieron lugar en Menorca para conmemorar el segundo centenario de la muerte del Almirante Collingwood, se colocó un busto de bronce representándole en el islote llamado Illa del Rei, en mitad del Puerto de Mahon con la vista fija en Collingwood House, la que fue su casa en Menorca.

El monumento a Collingwood en Tynemouth.