Luis X de Francia

La inquietud en el reino continuó y esta vez, es la nobleza, la que se posiciona, encabezada por algunos ricoshombres navarros, que se reúnen el 11 de octubre de 1306 en Estella con la asistencia de infanzones y buenas villas, acordando «guardar el reino para su señor natural don Luis» requiriéndole a que se personara en Navarra antes de la próxima fiesta de Resurrección de 1307 y que, en caso de no hacerlo, prometían «no obedezcan nin conssientan en governador ninguno, ni en su logartenient, ni en oficial ninguno que por la seynoria sea en el regno de Navarra ata quel vienga en el regno de Navarra a fazer aqueyllo quel deve fazer en el regno de Navarra et los del regno a él.»[3]​ En 1307, Luis hizo un viaje relámpago a Navarra, de ochenta días, para asumir la herencia materna, como Luis I de Navarra, y celebrar la ceremonia del juramento regio para, con ello, apaciguar los ánimos entre las clases sociales navarras y reforzar la figura real en un territorio donde aun estaban cicatrizando las heridas abiertas durante la Guerra de la Navarrería.Esta reformas, a pesar de todo, apenas tuvieron continuidad y arraigo en el reino navarro.A Luis no le gustaba jugar al tenis en el exterior y por eso creó pistas interiores en París "alrededor de finales del siglo XIII".[12]​ Con el tiempo, este diseño se difundió por todos los palacios reales de Europa.[14]​ Él y su segunda esposa, Clemencia, se encuentran enterrados en la Basílica de Saint-Denis.[15]​ Si era niña, sin embargo, su pretensión al trono sería más débil, y tendría que competir con las propias pretensiones de Juana, aunque es verdad que había dudas sobre la paternidad de Juana, tras el escándalo ocurrido en 1314.En efecto, la ausencia de un heredero varón directo no se había producido nunca.
Ruinas del Castillo Gaillard , donde fueron encarceladas Margarita y Blanca tras ser halladas culpables de adulterio en 1314.