Buenas villas

Buenas villas, o Universidades que también es otra forma frecuentemente utilizada, era el título de las poblaciones del Reino de Navarra que tenían asiento en las Cortes del Reino.

La Gran enciclopedia de Navarra más precisamente dice: Llegaron «hasta cuarenta en algún momento».

[2]​ Todas ellas, y algunas otras, aunque no tuvieron ese derecho, continúan disfrutando del título de villa.

Tras la muerte del rey Enrique I de Navarra, se implanta en el trono la casa de Francia y se tuvo que elegir un gobernador del reino.

[8]​ En la segunda mitad del siglo XIV, determinados documentos fiscales aplican la denominación de buenas villas a poblaciones que no tenían tal condición jurídica ni consta que fueran llamadas a las Cortes (Echarri-Aranaz, Huarte-Araquil, Lesaca, Lacunza, Vera, Maya, Azuelo, Zúñiga, Cabredo, Desojo, Labraza y Genevilla)[8]​ En 1423, Carlos III concedió la categoría de buena villa a dos núcleos de señorío realengo: Tafalla y Artajona.

Lo mismo sucedió con Los Arcos,[9]​ hasta su reintegración al Reino de Navarra en 1753.

Posteriormente, obtuvieron este privilegio Cintruénigo en 1572, Arguedas en 1608, Echalar en 1630 y Milagro en 1687.

En total 28 poblaciones tuvieron asientos en Cortes en esa llamada, algunas menos que en las últimas Cortes celebradas en Navarra (1828-29), en la que tomaron asiento representantes de diez poblaciones más, en total 38.

Sancho VI el Sabio había concedido ese título a la Navarrería en 1187.

Escudo de los reyes de Navarra en los años 1328-1425, en que se institucionalizan las Cortes de Navarra . [ 1 ]
Mapa de la distribución de Navarra por merindades indicando las Buenas villas con derecho asiento en Cortes