Loza complementaria de la cocina española

La loza complementaria de la cocina española es el conjunto de útiles, recipientes, ingenios u otros elementos fabricados en distintos tipos de lozas populares,[1]​ alfarería de basto, mayólicas e incluso porcelanas, que completan la vajilla básica en el ámbito de la cocina española.

[3]​ Catálogo que reúne los diversos recipientes, utensilios y otros elementos de la vajilla básica, como son platos de diversos tamaños y usos, cuencos tazas y tazones, jarras y jarros, soperas, ensaladeras, escurrideras y salseras, potes, botes o tarros (para contener o conservar, desde miel hasta legumbres, sal, azúcar, harina, herboristería, etc).

[4]​ En este repertorio se incluyen vasijas de la antigüedad cuyo uso prácticamente se ha perdido en la sociedad industrializada,[3]​ como cántaros, orzas, pucheros, botijos, ollas y cazuelas o cacerolas, dornillos o escudillas, morteros, queseras, «nateiras» y moldes varios,[5]​ lebrillos de distintos tamaños en función de su uso (desde el platillo como fuente para fruta hasta el gran barreño para la matanza; diversos modelos de anafres y hornos, hornitos u hornillos alimentados con brasas y cisco, o los curiosos asadores de chorizos y de castañas,[6]​ o la no menos original hornilla de azafrán.

[7]​ De entre el conjunto de formas tradicionales, algunos recipientes de loza o porcelana continúan teniendo una relativa presencia en las mesas españolas, como alternativa distintiva a la producción industrial, o como simple elemento decorativo.

[a]​[8]​ Así pueden encontrarse, además de la vajilla básica, ejemplares del tipo: Entre los elementos de alfarería y cerámica antiguos, recuperados por los ceramistas con sus funciones originales o como objetos decorativos, pueden enumerarse:

Lozas variadas en la feria de Zamora de 2008.
Hornilla para tostar azafrán. Alfarería tradicional desaparecida de Higueruela (Albacete, España), siglo XX .