La mancerina era una bandeja donde se servía antiguamente el chocolate.Generalmente se trataba de una especie de plato con una abrazadera circular en el centro de la misma, donde se colocaba y sujetaba una taza de porcelana (denominada jícara) en que se servía el chocolate.[1] El asa central consistía antiguamente en un coco «de Tierra» partido por la mitad.[2] Los primeros servicios de chocolate se servían calientes y con un ligero sabor dulce debido al empleo de azúcar de caña, tal y como era costumbre por los primeros españoles durante la colonización de América.[2] El nombre de la bandeja se forma por tanto como un diminutivo del título de su inventor.