Con frecuencia, la salsera se presenta sobre un platillo, para evitar que la salsa gotee, y acompañada de una cuchara para servir.
En la mesa se coloca generalmente en el centro, donde es accesible a todos los comensales.
Desde la antigüedad se han identificado vasijas como recipientes destinados a contener salsas.
[2] Las salseras se convirtieron en un objeto habitual en las fábricas de porcelana inglesas (Bow, Chelsea, Limehouse, Lunds Bristol y Worcester) porque, al parecer, las que se exportaban de China resultaban anodinas.
Paralelamente aumentó la producción cerámica, en tanto que disminuía la de plata.