[1] Otra definición técnica, ya en el siglo XXI, describe la loza como material poroso cocido a baja temperatura y vidriado, indicando que es término aplicado a la cerámica del ajuar doméstico.
[2] Joan Corominas anotó que, con anterioridad a 1495, el término “loza” hacía referencia a las vasijas de cualquier material, aunque Nebrija la relacionaba tan solo con vasos de barro cocido.
Alcanza una gran dureza y resistencia, lo que la hace muy indicada para la vajilla doméstica.
La loza decorada llegó a la península ibérica con los artesanos del califato de Córdoba.
En los reinos cristianos posteriores, sus técnicas y su uso doméstico no se documentan hasta la segunda mitad del siglo XIII, tras la conquista del territorio musulmán y la deportación de sus alfareros a las zonas repobladas.