Se hizo muy popular por la calidad del esmalte cerámico y el refinamiento de sus decoraciones pintadas.
[2] Alfareros de mayólica italianos se instalaron en Amberes al inicio del siglo XVI.
[5][6] En la ciudad de Delft se encuentra el Museo Lambert Van Meerten dedicado en exclusiva a su cerámica, y dentro del complejo de la Casa Museo del Príncipe.
[7] La poderosa expansión comercial de la cerámica holandesa contribuyó a que productos originados en Italia, España o Portugal, trascendieran y evolucionasen como capítulos monográficos en la historia de la industria azulejera.
[10] Las piezas modernas se identifican con la marca escrita: «Delfts Blauw» ('azul de Delft' en idioma neerlandés) que se suele observar en la parte inferior de las piezas.