[1] Fue muy popular en la azulejería de los Países Bajos, Italia, Portugal,[2] España e Inglaterra, aunque también se encuentran series y modelos similares en la cerámica francesa, alemana y de otros países centroeuropeos.
[3] Se sitúa su origen en la Italia del siglo XVI y su desarrollo comercial en la Holanda del siglo XVII que desde centros tan importantes como Delft lo daría a conocer en el mercado europeo con el comercio de sus conocidas y reputadas vajillas.
[4] El modelo italo-holandés arraigó con fuerza a lo largo del siglo XVIII en varios focos Portugal (Lisboa, Santarem u Oporto)[5] y España, país en el que ocupó una parte importante de la producción azulejera sevillana, valenciana (cerámica de Manises y Cerámica de Paterna) y catalana.
[6] Como en otras series de azulejería ornamental ya referidas, el círculo que enmarca el motivo o figura representado se complementa con un adorno que se repite en las cuatro esquinas de la pieza, y que ha sido usado por los historiadores para datar y subclasificar las series.
Ténicamente puede presentarse en una gama de tonos azul cobalto sobre fondo blanco,[a][7] o en series polícromas.