[7] Los motivos representados —gremiales, laborales, artesanos— parecen inspirados en la aleluyas (auques) que impresas en papel se vendían en las plazas y ferias.
Bonet Correa insiste en el valor de crisol cultural popular en el que "se mezclan heterodoxias, vida cotidiana, mitos, idealizaciones, burlas", mezclando figuras de trabajadores, músicos o soldados con un bestiario muy variado en el que se incluían muchas de las monstruosas alimañas fantásticas que también aparecían en la procesión del Corpus.
Con esta guía, el artista solo necesitaba repasar con un pincel los punteados y rellenar los espacios con colores, a discreción.
[13] Asimismo se alteraron de forma progresiva los colores o su distribución en el conjunto del dibujo.
Tal fue la degradación que dos piezas con un mismo estarcido podían llegar a aparecer como asuntos muy diferentes.