El actual municipio de Alella se encuentra documentado, por primera vez, en el año 975.
Siempre estuvo bajo la jurisdicción del condado de Barcelona aunque los derechos fueron cedidos en varias ocasiones.
Los primeros en gozar de estas condiciones fueron la familia Banyeres, según documentos del siglo XIII.
En 1889 se le concedió el marquesado de Alella a su sobrino, el industrial Camilo Fabra.
Antoni Gaudí realizó un proyecto para la capilla del Santísimo que no se llegó a desarrollar.
Aunque se guardaron diversas piezas de valor en el interior del templo, desaparecieron en 1936.
En los alrededores de Alella se encuentran interesantes masías, algunas del siglo XIV.