Decena Trágica

[8]​ Los hacendados tampoco estaban contentos ya que esperaban medidas más enérgicas para frenar la revolución campesina zapatista.[9]​ Cuando algunos revolucionarios lo abandonaron, llamó al general Victoriano Huerta para luchar contra Pascual Orozco y Emiliano Zapata, que se habían levantado en armas.[8]​ Después de romper relaciones con Madero, Bernardo Reyes se refugió en San Antonio, Texas, e intentó organizar desde allá un levantamiento.[12]​ Los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, acompañados del empresario Cecilio Ocón, se reunieron en octubre de 1912 en La Habana, Cuba.[13]​ El embajador Henry Lane Wilson resentido con Madero, a quien había solicitado un «subsidio económico decoroso» —solicitud que había sido rechazada—,[14]​ contribuyó en gran parte a incrementar la presión, difundiendo noticias alarmantes y sugiriendo al presidente William Howard Taft, la necesidad de una intervención armada o incluso derrocar al régimen maderista.[19]​ Sin embargo, gracias a la pronta reacción del general Lauro Villar, fiel al gobierno de Madero, el Palacio fue recuperado y los prisioneros liberados.Durante este receso, el presidente Madero fue alcanzado por su hermano Gustavo, quien le informó del fracaso de la segunda intentona.Se envió a La Ciudadela a un grupo de guardias presidenciales al mando del mayor Emiliano López Figueroa para que pidieran la rendición de los rebeldes, pero este movimiento fue inútil, López Figueroa fue capturado y los leales se dispersaron, entre ellos logró escapar Francisco L.Desde Toluca llegó un telegrama muy urgente: El presidente Madero le envió respuesta de inmediato: «Nunca he puesto en duda su lealtad, hoy mando hacer rectificaciones».[33]​ Un consejo militar presidido por Huerta se llevó a cabo para estructurar un plan de ataque que consistiría en un ataque frontal a La Ciudadela conformado por cuatro columnas que dirigidas por Ángeles, Gustavo Mass, Eduardo Cauz y José María Delgado siendo respaldadas por la artillería de Rubio Navarrete.[43]​ El cañoneo persistió, un disparo destrozó la puerta Mariana del Palacio Nacional, de esta forma los rebeldes demostraron que lo tenían a su alcance.[45]​ Las nuevas tropas entraron en acción durante el transcurso del día pero con resultados adversos, dos compañías defeccionaron y se pasaron al lado de los rebeldes.El escritor y periodista John Kenneth Turner fue arrestado por las fuerzas rebeldes cuando intentaba tomar fotografías de las escenas dantescas en las zonas destruidas por los cañones.El autor del libro México bárbaro, obra que criticaba fuertemente al porfiriato, ocultó su identidad para salvaguardar su vida.[57]​ Una vez que Huerta confirmó el éxito de las acciones perpetradas en Palacio, convocó al general Felipe Ángeles para darle órdenes.Los padres de Madero, sus hermanas solteras, y su esposa, Sara Pérez Romero, pidieron asilo en la embajada japonesa, lugar en donde pasaron esa noche.Le extrajeron el ojo postizo, su cadáver fue quemado, tenía treinta y siete heridas de bala.[67]​ A mediodía, los embajadores de Cuba y España recibieron instrucciones específicas para no reconocer al nuevo gobierno.Poco después, una comisión de diputados se presentó ante Francisco Madero y Pino Suárez para solicitar sus renuncias con los mismos términos.Se aprobó la renuncia de Pino Suárez con 119 votos a favor firmando en contra los diputados Alarcón, Escudero, Hurtado Espinosa, Méndez, Morales, Luis T. Navarro, Ortega y Rojas.La renuncia de Madero fue aprobada con 123 votos a favor, se opusieron Alarcón, Escudero, Hurtado Espinoza, Pérez y Rojas.[70]​ Desde su aprehensión, Madero y Pino Suárez permanecieron en el Palacio Nacional, esperando en vano un tren que los conduciría al puerto de Veracruz, de donde se embarcarían a Cuba, cuyo embajador Manuel Márquez Sterling hasta se había quedado a dormir "en zapatos" en su improvisada habitación, al exilio.[71]​ Ese mismo día, cuando el diputado Luis Manuel Rojas, correligionario masón de Lane Wilson, le pidió interceder por la vida del expresidente, el embajador se negó respondiendo "que estaba seguro que Madero se levantaría en armas nuevamente, ensangrentando y perjudicando seriamente al país".Después Huerta realizó una recepción para el cuerpo diplomático, durante la ceremonia Henry Lane Wilson leyó un discurso repleto de halagos.Pino Suárez dijo que al ya no serles de utilidad a Huerta, serían asesinados.[76]​ Aureliano Blanquet le ordenó al cabo Rafael Pimienta que se reportase con Cárdenas para ayudarlo en la comisión.Una vez iniciada la operación, Huerta se dirigió a la embajada estadounidense en donde había una recepción que celebraba el natalicio de George Washington.Cecilio Ocón llamó por teléfono al director de la penitenciaria, Luis Ballesteros, para avisarle que la caravana ya había salido.Huerta, Mondragón y De la Barra informaron a la prensa que se realizaría una investigación para esclarecer los hechos.El secretario de Gobernación, Alberto García Granados, aseguró que Rojas sería desaforado para responder y probar sus acusaciones.
Un civil muerto durante las acciones bélicas.
Cárcel de Belén después del cañoneo rebelde.
Torre de la iglesia del campo florido.
Manuel Mondragón y Félix Díaz planeando el ataque al Palacio Nacional desde La Ciudadela .
Personas en La Ciudadela durante la Decena Trágica.
Fuerzas rurales en el Zócalo de la Ciudad de México, 19 de febrero de 1913.