El maderismo fue el primero de los movimientos que conformaron la Revolución mexicana.
Su objetivo principal era lograr la regeneración democrática del país México a través del sufragio efectivo, no reelección de los funcionarios públicos.
Estas ideas fueron plasmadas por Madero en su libro La sucesión presidencial en 1910, que levantó ámpula entre la clase política mexicana e incluso permitió que Madero se entrevistara con el presidente Porfirio Díaz.
El maderismo fue el primero de los movimientos que conformaron la Revolución mexicana.
Los maderistas fueron la fracción revolucionaria y partidaria a algunos ideales del Partido Liberal Mexicano, y en sí, a las ideas reformadoras moderadas por Francisco I. Madero.