Tratados de Ciudad Juárez

[1]​ Los tratados estipulaban que Díaz y su vicepresidente Ramón Corral dimitirían a finales de mayo y que el Secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, sería nombrado presidente interino hasta que pudieran llevarse a cabo elecciones.[3]​ Significativamente, no hacían mención o instituían alguna reforma social de las que Madero había prometido en ocasiones anteriores.[4]​ Además, Madero apoyó la impopular idea de que todos los conflictos por tierras serían resueltos en los tribunales, lo que causó brotes de violencia esporádica, especialmente en las zonas rurales.Este manifiesto pedía el derrocamiento violento del porfiriato, el establecimiento de elecciones libres y democráticas,[7]​ así como también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les habían sido arrebatadas por los hacendados.[1]​ En el distrito de Guerrero en Chihuahua, Pascual Orozco atacó a las tropas federales y le envió los cadáveres a Díaz con el mensaje: "Ahí te van las hojas, mándame más tamales".[14]​ Madero intervino personalmente para salvar la vida del comandante de la ciudad, el general Juan N. Navarro, a quien Orozco y Villa querían ejecutar por haber asesinado previamente a los prisioneros de guerra rebeldes.El 14 de abril, Madero había designado oficialmente a Emiliano Zapata como su representante en la región.[16]​ Posteriormente por motivos estratégicos y políticos, decidió atacar la ciudad de Cuautla.Limantour propuso poner fin a las hostilidades y ofreció una amnistía para todos los revolucionarios, la dimisión del entonces vicepresidente Ramón Corral, el reemplazo de cuatro ministros del gabinete y los gobernadores de diez estados elegidos por Madero y el establecimiento del principio de la "no reelección", que impediría a Díaz buscar un nuevo mandato como presidente —que hubiera sido el noveno—.[5]​ El punto de vista moderado en el gobierno de Díaz estaba representado por Jorge Vera Estañol, quien en una nota al Ministro de Relaciones Exteriores escribió que dos revoluciones se estaban llevando a cabo en México: una revolución política, con su base principalmente en el norte, cuyo objetivo era sobre todo establecer elecciones libres y remover a Díaz del poder y una revolución social, cuyo objetivo era la “anarquía”, que se extendía por todo el campo mexicano.[4]​ Estos grupos sociales estaban a la vez en oposición con los elementos más reaccionarios dentro del gobierno de Díaz, la mayoría concentrados en el ejército federal, quienes pensaban que los rebeldes debían tratarse mediante la fuerza bruta.Esta facción estaba representada por el general Victoriano Huerta, quien posteriormente llevaría a cabo un Golpe de Estado contra Madero.[13]​ Madero se reunió con Zapata en varias ocasiones durante el mes de junio.Aunque al principio Zapata confiaba en Madero, con el paso del tiempo le inquietó cada vez más que los objetivos de "su revolución" no se estaban cumpliendo.[16]​ Por estos motivos prosiguieron presentándose combates esporádicos en el sur de México.Porfirio Díaz, después de partir al exilio observó: "Madero ha desatado un tigre, vamos a ver si puede controlarlo".Cuando trató de postularse para gobernador del estado, Madero apoyó a su oponente Abraham González y lo presionó para abandonar la carrera.
Fotografía oficial de los triunfadores de la Batalla de Ciudad Juárez . Madero está sentado en el centro, Orozco en el extremo derecho y Villa está de pie en el extremo izquierdo.
Emiliano Zapata y su estado mayor junto al general Manuel Asúnsolo y al revolucionario Abraham González en Cuernavaca en abril de 1911.
José Yves Limantour , consejero de Díaz, le animó a renunciar a la presidencia.
Francisco León de la Barra , presidente interino.
Carta de renuncia de Porfirio Díaz .