Su familia era una de las más ricas y educadas del estado.
Pasó luego al Instituto Científico y Literario de la capital chihuahuense.
Desde el inicio de sus actividades se caracterizó como un férreo opositor al gobierno de Porfirio Díaz y de sus representantes en Chihuahua, Luis Terrazas y Enrique C. Creel; cuando Francisco I. Madero comenzó a divulgar sus ideas inmediatamente se adhirió a él, y en el Congreso del Partido Nacional Antirreeleccionista celebrado en la Ciudad de México fue él quien propuso la fórmula electoral Francisco I. Madero-Francisco Vázquez Gómez como candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República.
Acompañó a Madero durante su gira por Chihuahua y pronunció un discurso en el Teatro Noriega defendiendo las ideas democráticas.
Fue él quien integró en la Revolución a líderes como Luis Moya, Francisco Villa y Pascual Orozco, y se convirtió, al estallar la Revolución mexicana, en el líder político de la lucha en su estado natal y en uno de los principales consejeros de Francisco I. Madero; ante tal hecho también se levantó en armas con el grado de coronel en el Ejército Antirreeleccionista.
Trabajó con toda su capacidad hasta febrero de 1912, cuando regresó a Chihuahua, debido a los serios problemas originados por la rebelión de Pascual Orozco contra Madero.
Rábago aprehendió ilegalmente a Abraham González y a su sobrino el coronel Fernando González y González (pagador de la 5.ª División del Norte y pariente directo de Abraham), y le comunicó al primero que sería trasladado a la Ciudad de México, por orden escrita del general Victoriano Huerta.
A su funeral acudieron varios jefes revolucionarios como Plutarco Elías Calles y el propio Villa.